Si dejas de ser productivo, es muy probable que la sociedad te rechace como a un paria. Esta es la realidad de muchos ancianos en nuestro país.
Yo tuve la oportunidad de pertenecer a una asociación que se dedica a la atención de ancianos que se encuentran abandonados en asilos, muchos de los cuales se encuentran ahí porque sus familias se hartaron de ellos.