Blog de Carlos Llano

[Podcast 13] El Empresario ante el miedo 2/3

[fa icon="calendar"] 17-jun-2020 19:23:39 / por Carlos Llano Cifuentes

Carlos Llano aborda el tema del empresario ante el miedo y sobre algunos tipos de actuaciones inválidas que podría presentarse frente a las amenazas, el miedo y la responsabilidad. Este es un fragmento del libro "Ser del hombre y hacer de la organización", capítulo VI, sección 2.

 

 

Para escuchar la primera parte dar clic aquí:

Nueva llamada a la acciónTranscripción del audio:

Ofrecemos una transcripción del audio para ayudar a su comprensión:

Aquí interesa mucho el darse cuenta de que las huidas no siempre son aparentes. Yo les voy a decir a ustedes –aquí tengo una lista y esto sí está en la nota– yo tengo una lista... tengo una lista, de...el huir cuando no hay salida, cuando no gano nada con huir, o cuando no puedo huir. Yo les voy a dar la lista de las huidas, que ahora se llaman evasiones, pero antes se llamaban "cobarde huida" ¿verdad? 

  • Declararme enfermo: Es una coincidencia muy grande que existe entre las personas cuando su flujo de caja entra en picada parece como que como que su salud también. No es que está mal psíquicamente; no señor, no está mal psíquicamente. Lo que pasa es que no puede con la caja. Tenemos enfermedades psíquicas que a veces se corrigen con abrir la caja. Es una paradoja ¿no? 

Hay muchas gentes que mueren en la cárcel no porque los envenenen, o lo que sea, sino porque los disgustos les provocan ciertas enfermedades. Por lo menos esas son evasiones involuntarias ¿no? Pero aquí yo no estoy hablando de estar enfermo, sino de declararme enfermo, o de inventarme enfermedades inconsciente o conscientemente. Ustedes vean en sus proveedores o en sus clientes, esos que cuando no pueden están enfermos... 

Marcos: Pasar medio año en San Diego o medio año en San Antonio –no quiere decir que esto sea malo, es magnífico– pero cuando realmente tienes la bronca ahí dentro, tal vez no sea la mejor manera de aguantar ¿no? 

  • Dejar de ser el que era: Antes era de otra manera, ahora soy de otro modo: me dedico a la pintura, o a la música... De repente aparecen gentes con unas aficiones... (risas). Decir que durante toda mi vida había querido dedicarme a la pesca. "Es la primera vez que lo oigo yo", hombre y lo conozco hace 40 años... –"Como tú sabes, a mí siempre me gustó la pesca" –"Pues no, no lo sabía." –"Bueno, pues me encanta la pesca y he decidido dedicarme a pescar"… Huida. 
  • Dar la vuelta al mundo como un trompo. Hay algunos que todavía siguen ¿eh? 
  • Dejarse barba: (Risas) ¡Sí!, hay algunos que ¿no? ¡No, no!, no tiene nada que ver. Un hombre se puede dejar barba... oye, un momento, pero que coincida exactamente el que termines un sexenio de Presidente y que te dejes barba, ¡hombre! (Risas). Una cosa poco curiosa y extraña ¿no? (Comentario inaudible) No, no es el caso, no he terminado aquí la presidencia, ¿verdad? 
  • Hacer un doctorado. No, yo no quiero decir con esto (risas), hombre...  El irse a San Diego o el ir a San Antonio son cosas en sí, tomadas en absoluto, muy buenas, y hacer un doctorado también. ¡Oye! ¿pero ahora? ¿Es el momento ahora de...? –"Sí, sí, es que tú sabes, si estas cosas no las aprovechas ahora no las aprov..." 
  • Inscribirme en un grupo de yoga… estas son maneras... Venirse al IPADE (risas) –a ver si por lo menos te tranquilizas con el miedo de los demás– (risas).

Perdón, ¿qué me querías preguntar? (Participación inaudible) Sí, sí, sí, claro, evidentemente. Yo el caso que estoy diciendo, de irse a San Diego o irse a San Antonio, no es el caso de la persona que va a reflexionar a San Diego, aunque también se puede reflexionar en el Ajusco, ¿eh? No creas tú que..., ¿eh? si puedes. En el Ajusco es más barato ¿verdad? Si tienes un problema de flujo de caja y además te vas a San Diego... el hueco se te hace mayor. 

Evidentemente que todas estas cosas, incluso el dejarse barba, puede llegar a ser hasta funcional ¿no? Sin embargo, antes de ver... bueno, en lugar de ver cómo podemos nosotros tener serenidad, aguante y resistencia suficiente, por lo menos para poder juzgar si el peligro es aceptado, me parece que esta es una cualidad importantísima de la persona que hace empresa. La importancia de la persona que hace empresa es por lo menos tener el aguante necesario para poder estudiar con serenidad –serenidad no significa tiempo, significa poder aplastar los instintos de huida– para poder analizar si efectivamente el peligro es tan terrible como para huir de él. Éste sería un punto que sería muy interesante pero lo vamos a dejar por lo pronto en el Staff.

Vamos a analizar... Sí. (Participación inaudible).  Si corriendo sí. Yo no quiero en este momento hacer referencia a nadie, pero los Italianos lo demostraron en la Segunda guerra mundial con verdadera fruición. Puedes llegar... no te basta... no te alcanza un mundo para correr ¿no?

Un Participante:  No es que no me alcanza es que mientras menos miedo tenga un hombre...

-Ah ya, ya, ya. Hombre, ¡no! Tampoco se puede hacer esta cuestión... evidentemente yo creo que cuanto menos miedo sientas, con más serenidad puedes pensar.30:35 Pero como el sentimiento del miedo no está en tus manos poseerlo, por lo tanto no ganas mucho con hacer esta ecuación. Porque el hombre no puede dejar de sentir miedo, lo que puede hacer es aguantar. Es como lo que sucede exactamente con el hambre: el individuo... tú vas a decir –"cuanta más menos hambre tengas mejor puedes guardar la dieta" ¿no?. Porque si algunos estuviéramos esperando a dejar de tener hambre para guardar la dieta, no la guardaríamos nunca. Lo que pasa es que hay otra salida, y es aguantarse el hambre.

(Participación inaudible)

-¡Ah!, evidentemente hay gente que tiene un apetito terrible y no puede. Pero incluso el que tenga el apetito más terrible del mundo puede dominar el hambre, como lo demuestran los vascos y los Irlandeses con frecuencia cuando hacen huelgas de hambre, ¿verdad? y en los chihuahuenses cuando...(risas)  andan... En cambio un perro no, un perro no sabe aguantar el hambre. El perro necesariamente quiere a la perra en tiempo de celo, a la carne en tiempo de hambre y a la sombra en tiempo de verano, necesariamente, aunque sea irlandés y aunque sea vasco ¿entiendes? Bueno, ahora, hay gentes que sienten menos miedo. Bueno, tanto mejor para ellos. Pero el ser empresario no significa no sentir miedo, sino tener por lo menos la capacidad, por muy fuerte que sea el miedo, tener la capacidad de aguante para poder pensar si debo arriesgarme, o para huir, no dar simplemente por salida la huida. Sí. Esa es una de las características que distingue al hombre directivo del soldado raso. Lo que no podemos hacer es ser directivos en tiempos de bonanza y pasar a soldado raso en tiempo de crisis. "¡Ah no, no, no, yo aquí soy soldadito raso!" "...un honesto padre..." ¡Un momento, no juegues así! ¡Eso es jugar chueco, cambiar de baraja! 

(Participación inaudible)

-Si se soluciona, se pasa al punto dos. Sí, bueno, el dos... Éste es igual, ¿verdad? Aguantar cuando no puedo huir o aguantar cuando, siendo superior a mis fuerzas, no me afecta y por lo tanto no gano nada con huir, prácticamente es la misma capacidad de aguante. Quiero referirme a ésta precisamente porque es la que –podíamos decir– es más terrible; porque no pudiendo huir entonces me evado de mí mismo ¿me explico? Por eso quería hacer referencia a ésta. Ahora, insisto nuevamente que, según Aristóteles, siguiendo su pensamiento que es discutible como cualquier otro (ya en su mismo tiempo se lo discutían), el hombre no solamente aguantaba con la esperanza de que pasase el temporal, sino que aguantaba para ser hombre. Y entonces, aunque no pasase, no es lo mismo el capitán de barco que está en el puente de mando, al capitán de barco que lloriquea en el camarote. No es lo mismo, es otro capitán de barco diferente ¿comprendes? Por lo menos aquél muere con dignidad ¿no? 

Alguien levantaba la mano. 

Participante: Yo creo que en punto 4 no hay alternativa de la esperanza, tienes que estar, tienes que aguantar, no hay otra alternativa. 

Carlos Llano: Sí, sí, pero ahí la evasión psíquica a la que yo me refería, todavía queda la posición de ponerte a llorar, ¿entiendes?, suicidarte... pero no estamos en ese caso ¿verdad? Ninguno de nosotros estamos en 

Participante: Todos los seres humanos tenemos la capacidad de aguantar, pero algunos aguantan más que otros. –Sí, señor. –La pregunta va a eso: ¿se puede aprender a aguantar?

-¡Ah, muy buena pregunta! ¡Se puede, y se debe! Lo mismo que aprendes inglés, lo mismo que aprendes letras, hay que aprender a resistir las dificultades. 

(Participación inaudible) (risas) 

–Éste ya salió (risas), esto lo anotaré en mis, en mis... ¿Ves por qué la nota técnica no sirve? Eso ya no está en la nota técnica (risas). ¡Apúntalo!, no está en la nota técnica. Yo ya lo apunté ¿verdad? ¡Momento!, ¡aquí no hay dificultad! Es que hay gentes que te hacen la propaganda de aprender inglés sin esfuerzo. Primero, sin esfuerzo no se aprende nada, y segundo, el esforzarse es más valioso que el inglés. Eso es lo que nuestra sociedad contemporánea no ha aprendido. Pero el esforzarse, el arriesgar, el aguantar... son cualidades que deben aprenderse. Y así como el que no es inteligente no debe estar en un puesto directivo, el que no es capaz de resistir las circunstancias debe claudicar y dejar su puesto al contador, lo cual no deja de ser ...

(Participación inaudible)

Carlos Llano: –Diles que es el estoico (la participante continua...) Exactamente. El estoico puro no se plantea... era coincidente con, digo, coexistente con Aristóteles; los estoicos eran coetáneos con Aristóteles. Los estoicos hablaban de aguantar independientemente de cuál fuera el peligro. O sea, si al estoico le duele la muela, lo que tiene que hacer no es ir al dentista sino aguantar. En cambio nosotros, si nos duele la muela ¿habrá manera de sacarla?, preguntas a tu staff. "Sí ". Pues te vas al dentista y te sacan la muela. El estoico diría "eres un cobarde".

(Participación inaudible)

Carlos Llano: Ah, bueno, esa es otra cosa diferente. Bueno, sí, porque si te vas a Nueva York porque ahí puedes hacer mejor las operaciones eso no es huir, sino una manera de afrontar el peligro. No, el huir es esto. Es: tengo un problema de pago de mi oficina y huyo de ella. Oye, momento, ese es un problema de la oficina, eso no te afecta a ti, ¿no? Lo que tienes que hacer es afrontar el problema, ¿me explico? Incluso aunque no pudieras, tienes que afrontarlo, porque es de cobardes huir. (Participación inaudible) Va a estar el problema. ¡Así es! Hay mucha gente que se encuentra en ... Puse un enfermo, un caso trágico de un enfermo familiar, cáncer etc. Te vas, empiezas a dar vueltas y terminas con el mismo problema de antes. No has ganado nada. Ahora, si el ir allá a otro lugar, a otro... dejarte barba y cambiarte a provincia... Hay mucha gente que cree que los problemas y las dificultades se arreglan yéndose a provincia y te vas con… bueno sobre todo hay muchísima gente que cree que en Querétaro se le quitan todos los males. Y mete todos los males en el veliz y los saca en Querétaro, ¿me explico? Ahora, si en Querétaro logras algo, bueno, ya lo verás después de otra manera. Eso ya no sería tanto como huir ¿verdad? 

Bueno, digo que además de fijarme en si debo afrontar o no, lo que debo saber bien es ¿dónde está el núcleo de mi existencia? Esta es la parte fundamental para mí, porque es un asunto en el que generalmente no pensamos. El hombre es más temeroso no cuando siente más miedo –ya lo hemos visto– ni siquiera cuando carece de la capacidad de aguantarse eso... porque no sabe dialogar con el miedo porque el miedo no tiene idioma. No solamente eso, sino que el hombre se hace mucho más vulnerable cuando su núcleo de existencia está muy desparramado. En este sentido, los hombres que realmente aguantan son los hombres fibrosos que tienen –por así decirlo– pocas ramificaciones, pocos floripondios, en términos de empresa "poco corporativo" y muchas raíces. Los latinos –idioma en el que hay que hablar siempre que se habla de antropología– (la antropología se tiene que pronunciar en griego o en latín, lo mismo que el management se suele pronunciar en griego por culpa de... digo en inglés por culpa de esos señores, ¿verdad?)... había en latín... con la palabra "robur" se mencionaban dos cosas completamente diferentes: un especial árbol, que es el roble, y una cualidad humana que es la fortaleza. Si quieres decir fortaleza en latín dices "robur"; si quieres decir roble en latín dices "robur", porque identificaban una cosa con la otra. El sentido de la fortaleza tenía mas o menos como el diseño del roble, y roble es un árbol casi milenario que no da muchos frutos –da frutos muy pequeños y no muy servibles, que son las bellotas, las algarrobas– pero que tienen muchas raíces y que no hay quien lo saque. En cambio la papaya tiene unas frutas casi tan grandes como la propia planta pero se caen al primer viento. Y los árboles frondosos se los lleva el vendaval en un momento. Ésa es otra manera de afrontar el problema del miedo. Sí, lo que llaman los americanos –a ver si está bien dicho y tú me lo corriges–  back to basic. El basic son las raíces.

(Participación inaudible)

-Bueno cuando le hicieron el famoso reporte que salió ("Una nación en peligro") ¿verdad? Hay que llegar al fondo. Bueno, ¿y qué tal cuando no hay básico? Si, ¿qué tal cuando nosotros no tenemos raíces ni fundamentos? ¿Entonces a dónde regresamos? Entonces estamos a la suerte del vendaval. No es lo mismo, señores, aguantar que resignarse. El roble aguanta la riada afianzándose al pedazo de tierra que tiene. En cambio los árboles menos radicales se dejan llevar por el agua que...Es donde a mí me interesa que analicemos... esto ya es de la segunda pizarra. 

Mi finalidad es ir cubriendo pizarra ¿no? Tengo metros y metros cuadrados de pizarra cubierta. Señores, nosotros podemos encontrarnos en un proyecto de vida vulnerable, ¿A qué se llama proyecto de vida vulnerable? A un proyecto de vida que no tiene concentración en lo esencial, y que por lo tanto cualquier cosa le afecta en el núcleo de su existencia. Cuando todo para nosotros, –estamos identificados con todas las cosas– cualquier cosa que pase ya nos afecta el núcleo de nuestra existencia. Ésa es precisamente la vulnerabilidad. 

Nuestro proyecto de vida se puede manejar en tres grandes rubros, y vamos a ser muy breves en esto: en el rubro del tener, en el rubro del hacer y en el nivel del ser, ¿verdad? Esto, por cierto, que no es una cosa así que se haya inventado Aristóteles. El primero que habla de estos tres niveles como dimensiones fundamentales de la existencia humana, y como campos de proyecto, es nada menos que Jean-Paul Sartre, el filósofo existencialista francés que ha muerto hace 5 o 6 años. Estos tres niveles pueden estar desconectados entre sí, y tiene cierta ventaja que estén desconectados. En el nivel del tener puedo tomar decisiones que no afectan para nada el hacer y puedo tomar en el nivel operativo decisiones que no afectan para nada el ser.  Por ejemplo, una decisión en el nivel del tener: bueno, si voy a ir a San Diego o San Antonio compraré un Learjet o un Falcon, una decisión importante, sobre todo en el momento actual ¿Qué me convendrá? ¿Comprar un Learjet o un Falcon? Bueno, decido y una vez decidido, bueno con este Learjet o con este Falcon me voy a San Diego o a San Antonio, y nos es indiferente. El mismo tramo de muerte es indiferente. Bueno, en este Learjet o en este Falcon, en San Antonio o en San Diego, voy hacer generoso o egoísta con mis compañeros de viaje. "Pues mira yo, la verdad de las cosas, perdóname que me comporte en este momento como un redomado egoísta pero ¡chico! es que estamos en San Diego si estuviéramos en San Antonio sería otra cosa". "Estamos, como estamos viajando en un Learjet, pues no esperes de mí una gran generosidad, si hubiera comprado un Falcon sería diferente". Hay cosas que no están vinculadas. Bueno. Ya se dan cuenta de que ahí son como ruedas que están en cierto modo en cierta desvinculación. Hay decisiones en el terreno del tener que no afectan para nada el ser. Tú cambias de automóvil –perdón– tu cuñado cambia de automóvil y sigue siendo el mismo idiota de siempre. (Risas). Es la verdad. Por lo menos ese caso de lo que ocurre con mi cuñado. Yo creo que es un mal general. (Risas). Hombre, siempre es mejor ser un idiota en un nuevo modelo, ¿no? (risas) un cierto consuelo. Pero no cambia para nada el grado de idiotez que tienes, porque las compras de las cosas materiales no afectan para nada tu ser. Bueno, sin embargo, hay también una cierta conexión, y en esa conexión es donde están lo que podríamos llamar un proyecto vulnerable y un proyecto resistente. Y está en nuestras manos optar por uno u otro proyecto. 

¿Cuáles son las características o el diseño fundamental del proyecto vulnerable? Un proyecto afectado por la posible vulnerabilidad, en contraposición de lo que podríamos llamar el proyecto resistente. El proyecto vulnerable se pregunta "¿qué voy hacer o qué modo de ser voy a tener?" Y se contesta: "yo seré egoísta o generoso, leal o traicionero, veraz o mentiroso, ordenado o desordenado, templado o pachanguero, dependiendo de dónde esté". Porque claro, no es lo mismo señores trabajar en Pemex que en la General Motors. Si trabajas en Pemex tienes que ser de alguna manera –no digo de cuál, ustedes ya se la pueden imaginar–  y si trabajaras en General Motors también tienes que ser de otra manera. 

Hay gentes que supeditamos nuestro modo de ser a las condiciones del medio en donde nosotros tenemos que actuar. Somos proteicos, somos amiboides, vamos camaleónicamente cambiando de modo de ser dependiendo de cómo encajamos o no nuestra pieza en la maquinaria donde estamos. Y van cambiando. Yo supedito mi ser a mi hacer. "Bueno, ¿y qué vas a hacer?" –Yo haré aquello que convenga para tener las cosas que quiero tener. "¿Y qué quieres tener?" Y entonces contestas. Es un proyecto en el cual...

Bueno, ¿y qué quiero tener? Bueno esa es la contestación fundamental para el hombre que tiene una situación de vulnerabilidad. La persona que tiene... que se encuentra en un proyecto de vulnerabilidad, primero contesta lo que quiere tener, a eso supedita su hacer, y a eso supedita su ser.  ¿Y porqué se llama este proyecto de vulnerabilidad? Muy sencillo, y prácticamente la contestación la tienen ustedes a flor de piel: porque las cosas susceptibles de ser tenidas son también, señores, desgraciadamente susceptibles de ser quitadas, confiscadas, y claro, si las pierdes, si te las quitan... De ahí la vulnerabilidad, una vulnerabilidad que está en una situación de interinato, interinato angustioso permanente, tan diario como el Diario Oficial: estás pendiente de un decreto de expropiación. –"Mi ramo es la medicina, ¿verdad que no me expropian?" –"No sé, ¿eso afecta el núcleo de tu existencia? ¿Tú estás identificado con tu laboratorio?" De esa manera está unida tu vida a un cordón umbilical que, si en un momento dado, te quitan algo es como si te matasen. No tiembles, no te preocupes. Pero el que está vinculado con las cosas susceptibles de ser tenidas tiene que preocuparse. Sí, cada día amanece con una nueva preocupación. Ya el Diario Oficial no tiene el carácter de monótona prosa que tiene para todos nosotros, sino tiene el carácter de "aquí se decide mi vida todos los días." Bueno, no digamos... no nos pongamos trágicos: no diariamente, pero si sexenalmente. ¿Aquí qué va pasar? 

Bueno, la identificación nuestra con las cosas es una identificación que es transparente, incluso hasta en el lenguaje. Nos identificamos con las cosas materiales de una manera hasta tonta, como cuando decimos, por ejemplo, "estoy estacionado en Reforma". ¿Cómo que estás estacionado en Reforma? Estás aquí. No puedes identificarte con el auto. ¿Y qué cuando dices "me pegaron en la salpicadera"? Una identificación... Un momento, no te puedes identificar con las cosas que tienes. 

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Topics: Miedo

Carlos Llano Cifuentes

Escrito por Carlos Llano Cifuentes

Carlos Llano Cifuentes, fue un filósofo, profesor y empresario mexicano. Miembro del grupo fundador del Instituto Panamericano de Alta Dirección de Empresa (IPADE) y de la Universidad Panamericana, nació en 1932 en la Ciudad de México. Doctor en Filosofía en la Universidad de Santo Tomás, en Roma, estudió Economía en la Universidad Complutense de Madrid y realizó estudios doctorales de Filosofía en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

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