Familia y Sociedad

1.- Características de la hospitalidad.

La hospitalidad tiene como característica principal el acogimiento y el buen recibimiento de alguien que, por lo general, es diferente a nosotros. Esta diferencia puede ir desde una cuestión de raza, religión o nacionalidad, hasta la experiencia y características laborales. 

Es la actitud que tenemos hacia la persona que no cumple nuestras expectativas y paradigmas, cualesquiera que estos sean. Una actitud de dignificación basada en la sustancia de la persona, no en sus accidentes (filosóficamente hablando).  

Otra característica de la hospitalidad consiste en ser una virtud, y como todas las virtudes requiere de tiempo para que pueda ser parte de nuestra naturaleza. Forjar esta actitud hacia los demás requiere de fortaleza, constancia y paciencia, el tiempo ira transformando (si lo permitimos) una actitud que nos despoje de paradigmas forjados en la ilusión del miedo a la diferencia. 

2.- Dificultades que se presentan en la empresa.

La empresa es un ambiente de competencia, la lucha por subir en el organigrama parece ser una característica radical (en el sentido de raíz) de toda organización. 

Además, no hay que olvidar que dicha competencia se basa, la mayoría de las veces, en una alineación de incentivos económicos. La ambición desmedida y la lucha rapaz son características de muchas personas que conforman las empresas hoy en día (y quizá siempre ha sido así). Cobijados por un consumismo que define hasta lo más íntimo de la persona, traspasando la esfera de la vida privada e impactando en el alma de los seres humanos.

Con esto no estoy diciendo que la empresa sea un fenómeno rapaz que desplace a los demás y los despoje de su condición de personas a través de una alienación. Sin embargo, es claro que la competencia laboral es uno de los fenómenos que menos equilibrio pueden alcanzar, y que, si no estamos atentos con respecto a lo que una empresa significa y al lugar que la persona humana debe tener dentro de ella, podemos fácilmente dejarnos arrastrar hacia el extremo de businnes are businnes. 

3.- ¿Cómo vivir la hospitalidad en la empresa?

Me parece que lo primero que hay que hacer es romper el paradigma, frío y vacío, de que negocios son negocios. Esos negocios no se llevarían a cabo sin las personas que involucran. La persona trasciende el ámbito laboral, no es, ni puede ser, sujeto de transacción alguna. Su dignidad no puede ponerse sobre una mesa de negociación, ni ser valuada de ninguna manera. Ella debe ser acogida, cobijada y tratada como lo más valioso que una empresa pueda poseer.

Dicho lo anterior, la actitud que debemos tener hacia alguien que es nuevo o nueva en la empresa, debe ser de respeto absoluto. No ya porque la hospitalidad así lo requiera, sino porque la sola  presencia de la persona lo demanda. 

Sin embargo, puede que lo anterior suene muy romántico para aquellos que nos encontramos trabajando en una empresa ocho horas al día y conviviendo con personas que preferiríamos no estuvieran ahí. Pero lo cierto es que es más fácil y práctico cambiar de actitud hacia esa persona, que terminar con el hígado “hecho pedazos”, a causa de alguien a quien no podemos cambiar. El cambio de actitud, de acogimiento hacia la persona nueva o diferente, puede llevarnos a transformar el entorno en el que nos movemos. Pero sólo será posible si la iniciativa la tenemos nosotros, no esperando que los demás sean hospitalarios conmigo. 

Te invito a que reflexiones sobre esto y transformes tu ambiente laboral.