Filosofía

Santo Tomás de Aquino, Platón y el Neoplatonismo

[fa icon="calendar"] 11/12/17 9:20 / por Diego Espinoza Bustamante

Santo-Tomas-de-Aquino,Platon-y-el-Neoplatonismo..jpgLa influencia de Platón y de la gran gama de pensadores de platónicos provenientes del mundo antiguo, islamizado y latino, en el pensamiento de Santo Tomás debe abordarse de lo que el Aquinate sabía de ellos. 

El impacto que Platón tuvo en Santo Tomás fue siempre global, persistente e, incluso, creciente. En cambio, el impacto de los pensadores de raigambre platónica fue in crescendo en medida en que Santo Tomás leía comentarios y tratados de los neoplatónicos y peripatéticos helénicos durante la última década de su vida. Un claro ejemplo de esto fue la traducción de Moerbeke a los Elementos de Teología de Proclo, alrededor del año 1268. Los Elementos de Teología permitieron a Tomás distinguir que el Liber de causis no era el birrete de la filosofía de Aristóteles. Así, Santo Tomás aprendió que el Liber de causis estaba compuesto de fragmentos de los Elementos de Teología, los cuales habían sido modificados para adaptarlos a las necesidades del Islam. Igualmente, el corpus de Dionisio Areopagita había configurado las fuentes neoplatónicas de Santo Tomás en clave cristiana.

Es de sobra conocido que Santo Tomás se formó en el aristotelismo mediante la lectura de fuentes árabes. Leyendo a los pensadores provenientes del mundo islamizado, Santo Tomás tuvo contacto con el pensamiento de Plotino y de Proclo. Pues bien, a la hora de juzgar el platonismo de Santo Tomás, hay que recordar qué tan neoplatonizado estaba el Aristóteles que Tomás se encontraba entendiendo. En efecto: Santo Tomás heredó la reconciliación entre Platón y Aristóteles; punto de agenda de los neoplatónicos y los peripatéticos árabes.

Además de las obras del Pseudo-Dionisio y el Liber de causis, las primeras fuentes de platonismo con las que se enfrentó Santo Tomás provinieron de Aristóteles y San Agustín. Quizá, Santo Tomás jamás leyó algo de Platón, excepto por las referencias que hacían a él otros autores; por ejemplo, los fragmentos citados en el comentario de Calcidio al Timeo. Es probable que Santo Tomás creyera que con leer a San Agustín y al Aereopagita era suficiente en su conocimiento del platonismo, pues ambos eran reconocidos como neoplatónicos. Los escritos neoplatónicos de Macrobio y de Boecio, en occidente, y de Amonio, en oriente, fueron sin duda fuente e influencias del platonismo que impactaron en el pensamiento de Santo Tomás.

 

El platonismo en la historia de la filosofía

Santo Tomás tenía interés por entender el dinamismo de la historia de la filosofía. Por ello, intentó conocer las distintas escuelas filosóficas, así como sus personajes. Para Tomás, el platonismo es parte de un progreso puesto en boga por la Divina Providencia para que sirva de apoyo para la articulación de la doctrina cristiana.

Como sea, Santo Tomás también fue un crítico de algunas tesis platónicas. Las críticas de Santo Tomás provienen del Aristóteles. Sin embargo, habiendo leído a Simplicio, Santo Tomás comenzó por darse cuenta que las diferencias entre Aristóteles y Platón provenían más que nada de un malentendido por parte del primero a algunas tesis platónicas, dado el estilo poético de Platón; una mala interpretación que frecuentemente sucedía entre los peripatéticos.

Sin embargo, otras críticas a Platón que Santo Tomás tomó de Aristóteles fueron positivamente confirmadas leyendo a neoplatónicos de la talla de Simplicio, Proclo, Dionisio Aereopagita y el Liber de causis. Los estudios más extensos de Santo Tomás hechos sobre platonismo se encuentran en De Spiritualibus Creaturis, De Substantiis Separatis y en su exposición al Liber de Causis. En efecto: es en De Spiritualibus Creaturis donde Santo Tomás hace un estudio detallado de la historia de la filosofía, trazando los puntos de unión y desunión entre platónicos y peripatéticos: mientras que a los primeros los caracteriza por proceder en su investigación por la verdad de las cosas naturales desde razones inteligibles, a los peripatéticos los caracteriza por su particular interés en enfocar su estudio de la realidad natural en lo que se presenta a la experiencia sensible.

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Diego Espinoza Bustamante

Escrito por Diego Espinoza Bustamante

Licenciado en filosofía por la Universidad Panamericana. Actualmente trabaja como adjunto de rectoría de la Universidad Panamericana y como Asistente de Investigador adscrito al Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM. Sus intereses filosóficos tienen que ver con metafísica de la mente, metafilosofía, filosofía cristiana y teorías de la verdad. También le interesa la historia de la filosofía medieval, de la filosofía analítica y del pragmatismo americano, así como el cultivo de autores; por ejemplo, Santo Tomás de Aquino, Guillermo de Occam, John Dewey, Ludwig Wittgenstein y W. V. O. Quine.

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