La nueva tendencia en la administración de recursos humanos es que los trabajadores pueden carecer de algunos conocimientos subsanables con información, siempre y cuando ofrezcan un plus en su desarrollo personal en áreas éticas y humanas.
En este artículo revisaré las razones para incentivar el desarrollo humano. Ya que los seres humanos somos tales independientemente del trabajo que realicemos, es el fundamento de por qué habremos de buscar el desarrollo humano.
Esto de ninguna manera es una verdad de Perogrullo ya que resalta que antes de la función que desempeñemos somos seres humanos, con lo cual tendremos la capacidad de actualizar nuestra potencia infinita de progreso sin importar el oficio que desempeñemos. Con lo cual, toda asociación humana, y no solo el hombre en individual habrá de buscar su desarrollo personal; puesto que, lo que cada persona haga por mejorar ella misma redundará en todas las organizaciones de las que tome parte, mejorándolas en tanto que dicha persona será una mejor versión de sí mismo.
En este punto es necesario llamar la atención en la cuestión del desarrollo personal como una tarea de vida, puesto que siempre estaremos en movimiento continuo que entrañará progreso constante. Esto no quiere decir que un buen día estaré lista, que de ese momento en adelante no tendré más nada que aprender; pensar así sería ingenuo y comodino en tanto que podría escudarme en mis ocupaciones personales de mejora deslindándome del resto de las personas. Será realista considerar que la potencia infinita de progreso es imposible de manera actual, ya que somos seres finitos, limitados por múltiples factores que no es el caso ponernos a enunciar en este momento. Baste tener presente que somos finitos de manera actual aunque potencialmente perfectibles al infinito.
El desarrollo humano convendrá fomentarlo por ejemplo en las empresas interesándose en que sus colaboradores se encuentren mejor preparados en las distintas áreas de la vida; pues de esta manera contribuirían de manera integral en el crecimiento de la empresa bidireccionalmente, ya que la empresa se preocupara por desarrollar a sus colaboradores en el sentido en que haga falta y los colaboradores imprimirían su crecimiento personal en cualquier cosa que realizaran. Ya que de cualquier manera el ser humano se trasluce en sus acciones sean las que sean.
De lo anterior es sumamente pertinente tratar la manera de incentivar el desarrollo personal, que correspondería al cómo que nos hemos planteado al abordar este artículo. Tengamos en cuenta que no siempre el incentivo será económico, sino también, y mayormente, de orden moral. Sobre esta cuestión existen múltiples programas de reconocimiento, que no sólo generarán mayor motivación en dichos colaboradores sino también lealtad. En última instancia, incentivar el desarrollo será tratar a los colaboradores como personas valiosas que de hecho son.
Para cerrar esta participación me parece pertinente reflexionar qué tanto te interesas por tu propio desarrollo humano y que tanto se preocupa tu lugar de trabajo por tu desarrollo. Ojo, que si acaso eres tú quien es el director o dueño de la empresa habrás de emprender esta tarea respecto a tus colaboradores, sea cual sea el ámbito en el que se desarrollen. Una vez que reflexiones cómo andas en este aspecto, te invito a compartirme tus respuestas; además de mandarme tus inquietudes y sugerencias para abordarlas en este espacio.
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