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Dirección general: la disyunción, encumbramiento o adentramiento

Escrito por Carlos Llano Cifuentes | 25-ene-2018 15:35:00

 

Quien tiene la responsabilidad de la dirección general de una organización o la presidencia de su consejo (el llamado Chief Executive Officer o el Chairman of the Board) ha de adoptar desde el principio una actitud definitiva: adentrarse en la organización o encumbrarse en ella. Esta doble actitud radical responde a dos sistemas diversos de motivaciones[1], cuya influencia debe el director cuidar como una de sus más importantes responsabilidades.

Todas las circunstancias extrínsecas que rodean a la dirección general conspiran para que el director tienda al encumbramiento[2], siendo así que, en contraste, la dirección general de las organizaciones exige como responsabilidad intrínseca el adentramiento. Adentrarse y sobresalir; incluirse y destacar; agruparse y preponderar son dos movimientos sociales adversos y contrarios respecto de los que se debe optar. Nuestra tesis sostiene que la armonía y el equilibrio entre ellos, si no imposible en teoría, resulta muy difícil de lograr en los hechos de la vida de una organización.

Pues bien, paradójicamente, la decadencia de la dirección general reside en su encumbramiento; quien sobresale excesivamente en la organización termina por queda inconscientemente fuera de ella.

Esta postura, hoy por desgracia muy generalizada, de quienes utilizan la dirección o la presidencia de las organizaciones para destacarse socialmente acaba de ser calificada como enfermedad, y la abundancia y perfil de los enfermos ha venido a confirmar empíricamente lo que habíamos sospechado en la teoría[3]. Parece ser que son muchos los presidentes de consejo o directores generales que manejan importantes empresas mundiales como si fueran cotos privados a su servicio o feudos particulares bajo su dominio, y que sucumben víctimas de su propio éxito entendido no como el logro de eficacia sino posición de encumbramiento.

Este es el primer extracto que publicaremos del e-Book “Decadencia y auge de la dirección general”:


[1] Nos referimos a las dimensiones fundamentales de toda organización, que Edgar Shein ha denominado inclusión y rango (Organizational Psychology, Prentice Hall, New York, 1980), y son paralelas a su vez a las motivaciones que nosotros hemos llamado asociativas (que propician la inclusión o adentramiento), y motivaciones de preponderancia (que suscitan el rango o encumbramiento). Cfr. Carlos Llano. El empresario y su mundo. McGraw-Hill, México, 1990, pp. 167-201.

[2] Una de las definiciones de la Real Academia Española para esta palabra es “Ensalzar, engrandecer a alguien honrándolo y colocándolo en puestos o empleos honoríficos”.

[3] John A. Byrne et al; “CEO Disease”, Business Week, abril 1 de 1991, pp. 52-60.