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Conflictos y rencillas dentro de la empresa familiar

Escrito por Salo Grabinsky Steider | 02-oct-2019 17:19:00

 

Este tema es recurrente y posiblemente irremediable cuando varias personas conviven y trabajan en un negocio, ya sea de su propiedad o como miembros de las familias socias; sin embargo, cuando la organización crece y pasa a la segunda y siguientes generaciones, las diferentes percepciones y objetivos, así como las luchas por el poder y las necesidades económicas de cada miembro, hacen más complicada la dinámica dentro y fuera de la empresa.

En los negocios inciden factores tanto internos como del entorno exterior, y en muchos casos estos elementos se traslapan entre sí y provocan conflictos. Las empresas familiares experimentan ciclos de estabilidad y crecimiento por años, bajo la guía de un líder carismático y autoritario, dando paso a etapas de inestabilidad por múltiples causas que si no se atienden de manera adecuada, pueden llevar a pique el sueño del fundador. Notablemente, las turbulencias se deben a la vejez, y/o retiro no planeados del líder y sus ejecutivos clave, a una falta de reglas claras y al manejo discrecional de asuntos tales como la compensación y el reparto de utilidades, el ingreso sin control de familiares y la desorganización y falta de planeación, los que manejados de manera emocional y subjetiva, representan un grave riesgo.

Las crisis económicas y la globalización son cada vez más profundas y frecuentes, y el saber manejarlas requiere de hacer frente común, tomar medidas impopulares para todos, pero necesarias para sobrevivir.

No entraré en más detalles sobre aquellos conflictos que se van a generar en las familias y empresas de su propiedad, pero es importante señalar lo siguiente:

  • No es lo mismo un nuevo negocio por fuerza pequeño, donde el fundador decide todo sin cuestionamientos y se encarga de controlar las actividades personalmente, a que éste crezca y se vuelva más complejo. Las funciones del negocio son delegadas y requieren de más y mejor personal, tanto de la familia dueña como de otros ejecutivos.
  • Al entrar en transición y cambios generacionales, es natural que se generen nuevas ideas, la empresa se burocratice un tanto y requiera de más coordinación, información correcta y la modernización en toda la operación. Se presenta entonces una pugna entre la experiencia y rigidez de los fundadores y sus empleados antiguos y los ejecutivos jóvenes más preparados académicamente y con ambiciones de llevar de inmediato a la práctica las nuevas ideas. El resultado puede generar conflictos y frustraciones, en lugar de establecer un vínculo armonioso entre ambas generaciones.
  • Los asuntos patrimoniales manejados con el corazón o el hígado en vez de un plan financiero que preserve la riqueza y le otorgue cierta seguridad a la familia dueña, sobre todo en épocas turbulentas con profundas caídas en el valor de bienes y valores, se transforman en fuertes discusiones en cada familia, problemas conyugales y situaciones donde impera la codicia y objetivos personales de cada miembro, en vez de crear un frente común. No es raro que en épocas de crisis se den más divorcios, conflictos entre herederos y salgan a relucir las peores características y acciones de parientes que supuestamente se querían y estaban unidos.
  • El tema del poder como un fin y no como el medio para ayudar a los demás familiares y a la comunidad a vivir en armonía, se presenta en la carrera por la sucesión en la dirección de la empresa, así como en el control accionario por un grupo o rama frente a las demás; esa lucha es muy desgastante y puede llegar a tribunales y a la pelea entre familias.
  • El crecimiento natural de cada familia en núcleos con su propia dinámica y estilos de vida, aunados a la influencia de los parientes políticos, puede contaminar la vida y objetivos de la empresa creando facciones y cotos de poder.
    La misma naturaleza humana, así como las relaciones personales dentro de toda organización, generan feudos, chismes y envidias, que son inevitables al crecer en tamaño la empresa, aunque se cuenta con varias maneras de reducirlas, con una comunicación sana y, lo reitero, reglas y estructuras flexibles conocidas por todos.

Texto extraído de Grabinsky Salo, 2010 De la empresa familiar a familias de empresarios, primera edición, México, Editorial Del verbo emprender, pp.81-84.