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Creación del empleo, creación del trabajo

Escrito por Laura Cremades Granja | 05-jun-2020 15:29:33

El Dr. Llano considera que la cuestión de facilitar el trabajo y el empleo a sí mismo y a los demás es una cuestión de solidaridad porque cuando las personas no tienen trabajo, tienen el problema de no encontrarlo o temen perderlo (citando a Martha Nichols, que escribió esta idea en 1994), empiezan a sentir angustia porque la inmovilidad es angustiosa y el peor estado para llevar a cabo la creación del empleo[1]; aunque de la necesidad puede surgir la virtud creativa, por diferentes causas brota su antítesis: la posición depresiva de la angustia, el estado infecundo del nerviosismo.

 ¡Qué importante lograr en la vida que cuando haya una necesidad recurramos a emprender lo necesario para resolver el problema o atender a la necesidad que nos apremia! Con confianza, con esperanza de que, si se hace lo adecuado, se logrará el resultado deseado, fruto de la cuidadosa reflexión y planeación del trabajo sumada al esfuerzo.

La recuperación económica

La cuestión de la pérdida de empleos es una realidad en crisis como la de 1994 ó en crisis como la del año 2020. "La recuperación económica no reduciría por sí misma el desempleo, pero, además - y esto es importante- la recuperación económica puede verse frenada por el desempleo persistente. Estamos, pues, ante un círculo vicioso. Y es que la posibilidad de una mayor producción no necesariamente se traduce en empleo"[2]. Esto fue escrito desde la primera edición del libro, en 1995, ya se veía el problema de que no necesariamente una mayor oferta de bienes y servicios iba a ir acompañada con la posibilidad de la gente de comprarlos y también veía que los avances tecnológicos y cibernéticos implicarían un reto y una disminución de los puestos de trabajo para las personas (citando a Silvia del Valle en su artículo Auge económico y pobreza de pensamiento, publicado en El Economista el 21 de agosto de 1994).

Cuando el gobierno da dinero para que las personas no se queden sin dinero y sin empleo, genera lo que Carlo Llano llama seguridad insegura[3], porque las personas saben que no tienen una fuente sólida de ingresos. Lo que el Estado sí puede hacer, con mucho éxito, como fue el caso de los países asiáticos y los latinoamericanos en los años 90's, es tener continuidad política y un consecuente marco económico estable, la orientación total al mercado internacional, menor intevencionismo estatal y éste para alentar el mercado, no para controlarlo, inversión productiva de los créditos y equilibrio de los presupuestos estatales. El Estado también puede "estimular la búsqueda de empleo y dar los incentivos y las oportunidades para aumentar la capacitación, lo que significa más recursos para incrementar la educación, formación y adiestramiento"[4]. Carlos Llano también reconoce que no se puede ni se debe esperar de los gobiernos que suministren a los ciudadanos ganas de emprender, sentido de riesgo, imaginación y laboriosidad. Con esto, el problema del empleo queda en manos de la gente, no del Estado[5].

Otras opciones que las empresas han tomado es reducir el horario de trabajo, así se reduce el salario de los trabajadores en vez de despedir a algunos. También se maneja el anticipo de vacaciones, descansos sin sueldos, descansos de año sabático, suspensión del decimotercer mes, trabajos a tiempo parcial, reorganización de préstamos inmobiliarios, programación del trabajo según la demanda o incluso paso de trabajador permanente a trabajador temporal[6].

El autoempleo

Lo que Carlos Llano en este libro quiere empezar a proponer es que no debe hablarse tanto de resolver la desocupación o el desempleo como de crear trabajo, lo que es de gran valor y utilidad en el año 2020.

El Dr. Llano empieza por explicar que tanto en Estados Unidos, como en Hong Kong y en Europa la principal fuente de empleos y de crecimiento del empleo son las empresas pequeñas, que son muy dinámicas y cambiantes, pero que tienen en común con las empresas grandes el hecho de que su fin es la creación de valor agregado o generación de riqueza en términos de hacer rendir la inversión y generar utilidades. Y es la creatividad de la persona, su capacidad de creación, la que genera esa riqueza[7]. Por eso cada uno debe hacerse responsable de su autoempleo, de trabajar por su cuenta y riesgo, aunque esté empleado, aconseja Carlos Llano, para que así todas las organizaciones se conviertan en organismos inteligentes que se puedan adaptar de la mejor manera a las condiciones en las que trabajan. "El personal de la organización ha de estar colocándose a sí mismo en nuevos proyectos para mantener a su empresa en vistas al mantenimiento de sí"[8].

Con esto, se puede ver que la clave para sacar adelante a la empresa es el involucramiento de todos en ella (en vez de querer sacar partido de la empresa) y luchar con sentido de realidad, sentido de urgencia y sentido común para adaptarse al nuevo entorno, siempre cambiante, mucho más en transiciones como la de 2020.

Escrito bajo la dirección del Dr. Arturo Picos, director de la Cátedra UP-IPADE Carlos Llano.

NOTA: Revisar el último informe trimestral del Banco de México, que se puede consultar aquí:

https://www.banxico.org.mx/publicaciones-y-prensa/informes-trimestrales/informes-trimestrales-precios.html

https://www.banxico.org.mx/publicaciones-y-prensa/informes-trimestrales/%7B23C2DCA8-4AD3-FBE0-B0BF-4D30C8066B84%7D.pdf

[1] Cfr. Llano, Carlos. La Creación del Empleo. Panorama Editorial. 2a. Edición. 2006. México, D.F. P. 26.
[2] Ídem, p. 27.
[3] Ídem, p. 29.
[4] Ídem, p. 30, citando a Michel Camdesus, del Fondo Monetario Internacional, en su Discurso en la generalitát de Barcelona el 4 de julio de 1994.
[5] Ídem.
[6] Carlos Llano citando en este mismo libro a Anne Kocinski y a Fernando Velásquez Romar.
[7] Cfr. ídem ps. 34 y 35.
[8] Ídem, p. 37.