Familia y Sociedad

Las circunstancias económicas y sociales actuales son desalentadoras y parecen estar sumergidas en la incertidumbre, no ahondaré más debido a su evidencia.

Sin embargo, en cada uno de nosotros está decidir qué actitud tomamos frente a esta realidad compartida. Habrá algunos que no encuentren más remedio que sumergirse en una actitud derrotista y desalentadora, la libertad de cada persona es un ámbito impenetrable.

Pero esa no es toda la realidad. Si observamos más cuidadosamente, hay personas que tratan de ver la parte positiva, el “cómo sí”, la luz al final del túnel. Esas personas, cómo lo dice el Dr. Carlos Llano en el video que se encuentra mas adelante, “ven oportunidades, dónde los demás ven obstáculos”, viviendo en la misma realidad en la que viven los pesimistas.

Me parece que es necesario aprender de dichas personas, algunas de ellas son llamados emprendedores, empresarios. 

Un empresario, por esencia, busca la solución, el cómo sí. Su mirada es hacia adelante, hacia el futuro, con una actitud que inspira confianza y esperanza en sus colaboradores. 

Aunque su actitud sea pragmática y calculadora, ama el riesgo y su creatividad lo lleva a buscar caminos de apertura, de solución, de creación de empresa. 

Carlos Llano solía decir que quizá el único oficio verdaderamente creativo dentro de la empresa era el del director. Para hacer empresa se requiere creatividad en la mirada, soñar e imaginar que el futuro traerá mejores oportunidades, mejores soluciones y que se cuenta con las virtudes necesarias para hacerlo realidad.

Sin embargo, un soñador por sí solo no crea nada; es necesario el otro pilar fundamental de todo emprendedor: el esfuerzo.

Sin esfuerzo, nos recuerda Carlos Llano en el video, no se concreta nada. El esfuerzo es aún más importante que la creatividad en cuanto supone el hacer realidad los frutos de esta.

El esfuerzo es esencial para que todo el potencial, la actitud alentadora y esperanzadora del emprendedor se materialicen en una empresa concreta, generadora de empleos y de soluciones que satisfagan mejor las necesidades de la gente y del mercado.

Hoy más que antes necesitamos de la creatividad y del esfuerzo del empresario y del director general, necesitamos personas que motiven a sus colaboradores y a la sociedad a creer y confirmar que siempre hay una salida, y que México saldrá adelante cuando la esperanza, la creatividad y el esfuerzo se materialicen y generen soluciones en vez de excusas.