Familia y Sociedad

La pedagogía tiene una relación directa con la sociedad, la calidad de la educación es también la calidad de la sociedad. La pedagogía tiene una gran responsabilidad en cualquier sociedad, la responsabilidad de enseñar a pensar y a adquirir las habilidades que permitan a sus ciudadanos vivir de manera más libre y democrática.

¿Qué relación existe entre la pedagogía y la sociedad?

La pedagogía se refiere a todo lo que tiene que ver con la educación y la enseñanza, desde luego que esto debe de tener una finalidad práctica (aunque no sea la única).

Me parece que toda sociedad necesita de un buen sistema educativo, mismo que permita no sólo preparar a las personas en las habilidades que el mercado laboral necesita, sino formarlos, precisamente, como personas.

Si reflexionamos un poco, los problemas más graves dentro de una sociedad no son causados por la falta de habilidades sino por la falta de valores. Los pedagogos tienen una gran responsabilidad en cuanto a la formación ética (tomando está palabra en su significado original de formación del carácter) e intelectual de los ciudadanos.

Si no existen las herramientas adecuadas para poder enfrentar con criterio las amenazas de la publicidad y de las ideologías, tendremos una sociedad presa del populismo y del consumo desmedido.

Entre mejores maestros tenga una sociedad, está crecerá intelectual y éticamente, adquiriendo las herramientas que les permitan elegir de una manera más consciente a sus ciudadanos. Esto provocará que el país “entero” crezca y pueda enfrentar los retos del presente y del futuro con mejores habilidades.

¿Cómo afecta la enseñanza a una sociedad?

Desarrollé anteriormente la relación entre la pedagogía y la sociedad, ahora trataré de exponer de que manera afecta la enseñanza a una sociedad.

Primero debemos de tener conscientes el refrán de “el que no sabe es como el que no ve”. Una sociedad que no adquiere los conocimientos básicos y más importante aún, el buen desarrollo del intelecto es una sociedad que está “ciega”, presa de la necesidad de una guía que, muchas veces, más que ayudarla, la manipula.

La enseñanza afecta a la sociedad, la hace crecer en independencia y madurez o coadyuva en el hundimiento de la misma. Cuando la enseñanza es de baja calidad, así es el criterio (la capacidad de juicio) de los ciudadanos de un país.

Piensen por un momento en los gobiernos populistas de Sudamérica (también de México), algunos de los cuales fueron elegidos por los mismos ciudadanos y ahora, los mismos ciudadanos (o algunos pocos) se arrepintieron. Podemos decir, sin lugar a duda, que la calidad de la educación de un país es directamente proporcional a la calidad democrática del mismo. La enseñanza debe tener el objetivo principal de hacer que la persona aprenda a pensar por si misma, que evalúe posibilidades con base en la lógica y  el sentido común. Todo esto con la finalidad de elevar la calidad de vida y la libertad de expresión en un país.

Hagamos una reflexión breve sobre México: la educación pública básica es deficiente, en muchos sentidos porque la preparación de los docentes es deficiente. Si los que deberían poner el ejemplo y educarse a ellos mismos, manifiestan lo contrario con sus hechos, la sociedad es la que paga el precio.

Niños sin clases, con mala calidad de enseñanza, sin materiales suficientes, serán presas fáciles de gobiernos que los utilicen y de una publicidad que los manipule para hacer con ellos lo que quieran.

Si los que tienen el deber de educar no se educan a ellos mismos, podemos decir que todavía el país no ha empezado a evolucionar hacia una mejor sociedad, y observar la calidad educativa de una país puede ser un parámetro para medir muchos otros aspectos del mismo.

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