Cuando las crisis se agravan el empresario tiende a asumir dos actitudes disfuncionales: el fatalismo y el individualismo.
¿Cuántas veces criticamos a las compañías o empresarios por aquello que dejan de hacer? Hay un importante aspecto de la ética de la empresa en el que los estudiosos, en general, no han puesto la atención que a nuestro juicio se debiera.
En esta ocasión les presentamos la segunda parte, de la intervención de Carlos Llano en el foro que organizó la revista ISTMO con el tema de "Los valores, medida del hombre". El doctor Llano se ocupa de tres grandes instituciones características de la modernidad:
- El Estado.
- El Mercado.
- El Ethos Vital o mundo de la vida corriente.
En esta ocasión les presentamos la primera parte, de dos, de la intervención de Carlos Llano en el foro que organizó la revista ISTMO en 1996 con el tema de "Los valores". El doctor Llano se ocupa de tres grandes instituciones características de la modernidad:
- El Estado.
- El Mercado.
- El Ethos Vital o mundo de la vida corriente.
Dijimos recientemente que el director de empresa se encuentra sometido a dos movimientos al parecer contrapuestos: expansión globalizadora de sus mercados y contracción especialista de sus servicios o productos.
Es necesario introducir en la cultura contemporánea dos nociones que han sido confundidas por nosotros inconscientemente.
Estudiar las funciones directivas es una buena manera de desvelar los patrones fijos del buen desenvolvimiento de un ejecutivo.
En 1950, la FILOSOFÍA EXISTENCIALISTA popularizó lo que dio en llamarse ética de la situación. No habría principios éticos de valor universal, sino que la conducta del hombre se encontraría reglamentada por las circunstancias.
Durante las últimas décadas nuestras organizaciones adoptaban una conformación piramidal: una base muy ancha de individuos en directo contacto con la trinchera y una cúspide aislada y solitaria que era la pieza principal de la organización, alejada de las operaciones del negocio y de los que tenían su directa responsabilidad en él, casi oculta en las nubes del olimpo.
Los cambios que sufren las empresas obligan a multiplicar sus adjetivos. Si hace unos meses se hablaba de las empresas inteligentes, ahora ponemos la atención en las empresas virtuales.
