Management

Moviliza tu inteligencia emocional y espiritual

[fa icon="calendar"] 08-may-2019 10:56:09 / por Pablo Martín Buitrón Morales

 

Cátedra Carlos Llano UP-IPADE

La relevancia de la inteligencia emocional para los directivos y empresarios, siguiendo principalmente las tesis de Daniel Goleman (1997), radica en que para dirigir con éxito, es necesario considerar lo emocional como un aspecto clave. Aprovechando el más reciente libro de Yuval Noah Harari, Lecciones para el siglo XXI (Debate, 2018), analizamos un caso del programa de Continuidad y Actualización del área de Dirección de Personal del IPADE, en el que la tesis es que, para que en el presente momento histórico de México un líder sea verdaderamente efectivo y consiga resultados, debe primero servir a los demás (llámese superiores, clientes, colaboradores, etc) como vocación auténtica, y para servir realmente debe mantener un balance dinámico de vida en el que el componente emocional y el elemento espiritual del director(a) jueguen un (el) papel crucial.

Harari explica cómo en el mundo literalmente “inundado” de información, la claridad de pensamiento y de emoción (y de espíritu, agregaría) significa poder. Aunque la unidad de análisis de este libro se encuentra más al nivel de las ciencias sociales y políticas, a nivel de los países y civilizaciones, Harari plantea interrogantes muy poderosas a nivel individual, entre las cuales están si ha vuelto Dios, o si pronto entenderemos y compartiremos el significado de la vida y nos invita a plantearnos una serie de comportamientos personales en este nuevo mundo.

De alguna manera, Harari aprovecha con claridad una disyuntiva que puede representar y ayudar a entender el actual momento político, económico y social en México. ¿Hacia dónde vamos? Y dónde encontraremos como humanidad las respuestas, ¿en el pasado o en el futuro? Autores de teorías culturales (Hofstede, 1980, Inglehart, 1998) caracterizan a la cultura del mexicano como una más centrada en el pasado que en el futuro, en comparación, por ejemplo, con culturas anglosajona o las de los países escandinavos. Varios análisis del triunfo de AMLO en México señalan que al parecer, es en el pasado donde la mayoría del electorado espera encontrar respuestas a los desafíos, no sólo políticos y económicos, sociales y culturales, sino realmente existenciales que enfrentamos como país.

Inteligencia y autoconocimiento para liderar

Si bien las respuestas siempre estarán en el futuro, el pasado y la cultura del mexicano ahora son mucho más relevantes para dirigir con éxito a las empresas mexicanas. Además de la inteligencia tradicional, un concepto de inteligencia ampliado para incluir y rescatar es el de la inteligencia espiritual, que debe considerarse en el balance integral. La inteligencia “intelectual” por sí sola (en el sentido literal de la palabra) no nos ayudará a encontrar las respuestas que necesitamos como directivos y como personas.

Thorndike utilizó desde 1920 el término “inteligencia social” para describir la habilidad de comprender y motivar a otras personas. El término se usó más con los trabajos de Garner sobre inteligencias múltiples, entre las que se incluía a la inteligencia interpersonal (la capacidad de entender a otros) y la inteligencia intrapersonal (la capacidad de entenderse a uno mismo).

Goleman llamó la atención hacia aquellas personas que, pese a no tener un coeficiente intelectual muy alto, parecían vivir muy bien y ser felices. Ellos podían enfrentar las circunstancias de la vida diaria de una manera exitosa. Parecían tener más entendimiento, tanto de sus sentimientos y de sus emociones, como de las de los demás, lo que les permitía administrarse mejor, trabajar mejor en equipo, y ser más empáticos con otras personas como clientes, empleados y proveedores. Lo interesante en la teoría de Goleman es que las emociones juegan un papel crucial junto con las razones, y propone que a inteligencia emocional puede ser desarrollada.

A nivel organizacional, es importante para la empresa moderna que sus colaboradores y directivos logren reconocer la diferencia entre sentimientos, emociones y la no-racionalidad como realidades de las personas y de los grupos, que pueden aprovecharse de manera productiva para el bienestar de la organización.

Como condición clave, para lograr este re-conocimiento es que necesitamos una competencia crucial: la del autoconocimiento (Wheeten y Cameron, 1993). Más que habilidades de comunicación, liderazgo, trabajo en equipo e innovación, el autoconocimiento es, por mucho, la competencia mas importante que debe caracterizar a los líderes mexicanos efectivos en el siglo XXI.

Este texto se publicó originalmente en la revista Consultoría, en el número de febrero 2019.

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Topics: Inteligencia, Comunicación humana, Inteligencia emocional, Inteligencia espiritual

Pablo Martín Buitrón Morales

Escrito por Pablo Martín Buitrón Morales

Doctorado en Administración de Empresas POR EL ITESM campus Ciudad de México y la Universidad de Texas en Austin, cuenta también con un MBA en Human Resources Concentration por la Universidad Estatal de Nueva York. Es profesor del área académica de Dirección de Personal en el IPADE Business School.

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