La empresa debe adaptarse como organismo vivo, como organismo inteligente, "en ellas ha de darse también esa agilidad de abrir y cerrar, crecer y achicarse"[1]. La empresa ha de favorecer que las personas hagan rendir a las personas, colocándolos en condiciones tales que creen valor.
Empresa: organismo inteligente
[fa icon="calendar'] 16-jun-2020 11:29:05 / por Laura Cremades Granja publicado en Empresa, Factor humano, Empresa inteligente, Oportunidades frente a la crisis