La empresa debe adaptarse como organismo vivo, como organismo inteligente, "en ellas ha de darse también esa agilidad de abrir y cerrar, crecer y achicarse"[1]. La empresa ha de favorecer que las personas hagan rendir a las personas, colocándolos en condiciones tales que creen valor.
Deben "suscitarse capacidades a fin de que la persona sea apta para dar más de lo que recibe, producir más de lo que gasta, y ponerlo en condiciones de que se ejerzan estas capacidades"[2] .
Más que crear empleos, Carlos Llano propone el enfoque de suscitar capacidades porque se desarrolla a la persona y no se le prepara solamente como robot para realizar tareas nada más. El suscitar capacidades es una propuesta antropológica, basada en el ser, que es la que recomienda el Dr. Llano.
Carlos Llano expone que si bien la empresa debe aprovechar el apalancamiento financiero y el apalancamiento del personal en el sentido de hacer rendir lo más posible el capital y al personal, pero tiene primacía la persona sobre el capital[3]. En el libro La creación del empleo, ahonda en la necesidad de reconocer que las personas son las que son capaces de ayudar a los demás, en las que se puede confiar y esperar y son las que pueden generar recursos infinitos de donde no había recursos o donde los recursos eran finitos. "Cada uno está en condiciones de generar su propio valor agregado (...) todos los recursos efectivos dependen del trabajo humano"[4].
El autoempleo
El Dr. Llano cita a Miguel Janer, que dice que "el desempleo no lo resolverán los empresarios, sino los que no lo son"[5]. Y explica que lo más probable en el futuro será el autoempleo, porque, como decía don Lorenzo Servitje cada uno con perseverancia, esfuerzo, iniciativa cada uno hará de manera más personalizada su propio aporte a la comunidad. Lo esencial es fomentar las ganas de crear: crear su puesto de trabajo, crearse en sí mismo la propia capacidad de crearse su propio puesto de trabajo y crearse a sí mismo. Y creación es hacer algo a partir de nada, explica Carlos Llano, son las actividades humanas que llega a mucho con muy poco o casi nada, tiene que poner él lo que falta. Esto es muy importante porque da esperanza: a lo largo de la historia el ser humano actúa y se adapta para salir adelante.
La creación del empleo y la creación del trabajo están directamente relacionadas con la creación de riqueza. "La condición imprescindible para crear riqueza no es contar con un capital sino precisamente con su carencia. En cualquier caso se puede tener capital sin ser creativo y se puede crear sin tener capital"[6].
Esto nos hace pensar en la importancia que tiene que la persona esté orientada a dar y a darse, a crear, a trabajar con esperanza y confianza, a permitir que los demás trabajen y creen riqueza también porque implica el desarrollo de la persona a través del trabajo. Que cada uno es capaz de desarrollo importante. Carlos Llano recuerda la campaña mexicana "empléate a fondo, empléate a ti mismo". En la creación del empleo, afirma Carlos Llano, no es el Estado el principal factor ni lo son las empresas sino que es una tarea que se encuentra en nuestras manos. La época de la pandemia de COVID 19, en la que cada uno se encuentra con circunstancias diferentes, ante el gran reto del freno económico, es necesario empezar a emplearse uno mismo, creando valor, aportando a la comunidad lo que pueda y lo que la comunidad necesite.
Para hacerlo, expone el Dr. Llano, se requiere un resurgimiento de al menos los valores del espíritu creativo (importa la persona) y del espíritu de asociación personal (importa la comunidad) y expone que son características que resalta Howard Stevenson en el emprendedor y que destacan en Estados Unidos y Japón, los dos países con menor desempleo en los 90's. Y esta suma de crear y asociarse llevada a la empresa nos permite ver que la empresa crea empresarios, genera empresas también a su alrededor, dentro y fuera de ella.
Revolución personal y social
El Dr. Llano usa sin problema la palabra revolución, primero, para decir que hace falta una revolución dentro de cada persona para crearse a sí misma, crear mejores capacidades, desarrollarse, crear su trabajo y así poder surgir fuerte de la crisis. También explica que hace falta una revolución social para explicar que la empresa vive de la sociedad y en la sociedad. Al interior de la empresa, la relación con los empleados se ha caracterizado por las conocidas 4 ts más otras 2ts:
- Tamiz.
- Transformar.
- Transferir.
- Tiempo en vez de Tolerancia.
- Tarjeta amarilla.
- Terminar.
Es el nuevo trato del que habla Carlos Llano, para dar oportunidad a la gente a que pueda seguir creando su trabajo, incluso en condiciones económicas hostiles y evitar el recorte automático que tanto ha afectado al personal y aumentado el desempleo.
NOTA: Revisar el último informe trimestral del Banco de México, que se puede consultar en estas ligas:
[1] LLANO, Carlos. La creación del empleo, Editorial Panorama. 1995, México, D.F., p. 36.
[2] Ídem, p. 37.
[3] Carlos Llano manifiesta mucha preocupación por la desigualdad de ingresos entre los niveles altos y el resto del personal, que en Estados Unidos en los 90's podía llegar a 25 veces, mientras que en Japón ascendía a 8 veces. Carlos Llano sugiere una reducción en este múltiplo para beneficio de la sociedad en general.
[4] Ídem, p. 39, citando a Ansel Zurfluh.
[5] Ídem.
[6] Ídem, p. 40.