Management

Ética y economía

[fa icon="calendar"] 15-mar-2017 15:47:52 / por Bernardo Luís Fernández y Ardavín

Ética y economía parte 1.jpgLa economía nos da a conocer leyes que se refieren a los intercambios, leyes, según las cuales se puede determinar –hasta cierto punto- cuál será la evolución de los mercados, de precios, etcétera, todo ello basado en la asignación de recursos, que se pueden aplicar de distintas maneras. Es evidente que hay muchas formas de estudiar la conducta humana: el comportamiento privado, el individual, el de las organizaciones…Distintos saberes abordan estos asuntos: psicología, sociología, mercadotecnia, estadística, pero ninguno abarca el núcleo del actuar humano, el que fundamenta todas las vertientes de la acción; sólo la ética es capaz de ello. (*Esta es la parte 1 de 2. Leer "Naturaleza de la empresa" )

La economía es un cierto modo de estudiar el actuar humano, una ciencia sobre algunos aspectos, pero no un estudio completo. Es un conocimiento que se limita a establecer una serie de leyes para cierto tipo de actividad, pero es claro que hay elementos de esa actividad, que la economía no tiene en cuenta: las pretensiones humanas, los fines, los objetivos. Por ello el economista sólo puede decir (supuestos los motivos y los fines que quieren lograr) de qué modo asignar los recursos. No puede decir más. Acerca de si esos motivos son buenos o malos, adecuados o no, si lo serán siempre, etcétera, no puede afirmar nada. (Polo, Leonardo, Ética, Ed. EUNSA, p. 19-20).

 

Ciencia y Técnica

Por eso entre la economía y la ética, o si preferimos, entre ciencia y ética, no hay ruptura ni separación radical, hay una mutua influencia (EcC n. 19). En toda escuela de negocios, la ciencia y la técnica se entrelazan con el enfoque ético que se les dé, independientemente de que se intente enseñar valores éticos o no. El simple hecho de silenciarlos es ya un enfoque (“Management educators also need to recognize that they have always taught lessons in leadership, ethics, and corporate responsability, even (perhaps especially) when they are silent … signal that these issues are unimportant.” (Nash Laura op.cit., p.6), cuando se enseña, influye tanto lo que se dice como lo que se omite. Los alumnos de una escuela de negocios intervendrán necesariamente en las empresas, y las empresas en la sociedad; por ello, en este tipo de escuelas, es necesario que la base ética esté presente en la totalidad de la enseñanza (Ídem., p. 55). En la medida en que la institución consiga transmitir a los estudiantes el concepto de hombre que la propia empresa pone en marcha, estará contribuyendo al funcionamiento y a la mejora radical de la sociedad.

 

Empresarios y Empresa

La economía, en nuestra época, ha acrecentado su importancia en la transmisión de valores a la sociedad, y uno de los principales factores de esta influencia es el papel protagónico de la empresa y del empresario.

Nos encontramos en una sociedad donde la economía tiene un alcance enorme, a diferencia de otras épocas. Por ejemplo, Aristóteles, quien acuña la palabra economía, en su libro de la Política la define como el arte de gobernar una casa, para que la gente sepa cómo satisfacer sus necesidades vitales, y en seguida viene la vida del ciudadano que, sabiendo que tiene lo suficiente para subsistir, puede gastar su tiempo en algo que considera más importante. Así considerada, la economía no tiene mayor alcance. Esta situación se extiende hasta fines de la Edad Media, cuando en Europa empieza a desarrollarse la sociedad mercantil a una escala tal que acaba por desplazar a la sociedad agraria de los siglos anteriores.

 

La Revolución industrial

A partir de la revolución industrial –más o menos por el año 1800-, la economía deja de ser el simple cuidado de la casa, y la sociedad entera pasa a regirse por criterios económicos. El trabajo se torna decisivo en la configuración de esa nueva sociedad. Cada sistema económico tiene su contraparte en un sistema de valores, de tal manera que la sociedad viene a ser un entramado de estructuras, en gran parte dependientes de la economía. Cuando dichas estructuras crecen, condicionan al sistema de gobierno y, por otro lado, al conjunto de ideas, valores, actitudes éticas y planteamientos culturales que definen la fisonomía concreta de cada sociedad.

Entre esas dos realidades: sistema de valores y sistemas económicos, hay una profunda interdependencia. El sistema económico implica valores y, por tanto, según se interpreten la economía y la empresa, estarán transmitiéndolos a la sociedad. La empresa no es solamente receptora de los valores que existen en la sociedad, sino que inevitablemente se torna creadora, potenciadora y, eventualmente, su destructora. De ahí su enorme importancia. (Cfr. “The economy is the dominant in modern society (…) for both global and domestic economies”. Piper, Thomas R. Can ethics be taught?: perpectives, challenges, and approaches, 1993 Harvard, p. 18.)

 

Este artículo está extraido del libro "Ética de la dirección, una decisión con libertad", escrito en el año 2000 por el padre Ardavín.

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Bernardo Luís Fernández y Ardavín

Escrito por Bernardo Luís Fernández y Ardavín

El Dr. Fernández y Ardavín se graduó como Ingeniero Químico en el Tecnológico de Monterrey. Al terminar esa etapa obtuvo una beca de investigación del Gobierno de España y se traslado a Madrid. En la universidad de Madrid obtuvo el doctorado en Física. En Europa surgió la oportunidad de doctorarse en Derecho Canónico en una de las Universidades de Roma. Además llevó a cabo por estudios filosóficos y teológicos necesarios para recibir la ordenación sacerdotal.

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