La empresa y la subsidiariedad son conceptos que apuntan objetivos distintos. La empresa existe para generar utilidades; solo a través de ellos permanece. La subsidiariedad es la ayuda (que puede representar un costo tangible o intangible) a alguien con menor capacidad, cualidad o condición. Entonces, ¿es posible o viable que el principio de subsidiariedad se practique en la empresa? ¿La práctica inhibe, potencia o es indiferente a los resultados?
¿Qué es EMPRESA?
Empresa es una “Unidad de organización dedicada a actividades industriales, mercantiles o de prestación de servicios con fines lucrativos” (ASALE, «Diccionario de la lengua española - Edición del Tricentenario), es decir, un grupo de personas organizadas con un fin específico que es la utilidad.
GRUPO DE PERSONAS + FIN ESPECÍFICO (UTILIDAD)
Al abordar el tema de la empresa, Carlos Llano menciona que es inicialmente, una comunidad de personas. (cfr. Llano Cifuentes, Dilemas éticos de la empresa contemporánea, 41 y ss. Baso este apartado en este capítulo.) Cada comunidad tiene una naturaleza y finalidad diferente, sin embargo, distintas definiciones nos remiten a las actividades y los elementos que aportan las personas. Así que, es posible decir que la empresa es una Comunidad de capital y de trabajo.
Un binomio: capital y trabajo
Por un lado, se encuentra el capital que también se refiere a los instrumentos productivos (materiales o inmateriales), además de la moneda que se invierte. Por otro lado, se encuentra la organización del trabajo encaminado a la obtención de los resultados esperados.
Capital (inversión y herramientas de trabajo) + trabajo organizado = utilidad
Gracias al capital contamos con las herramientas como medio para lograr el objetivo. Estas son muy necesarias, no obstante, estáticas.
La empresa requiere de movimiento para alcanzar su fin (utilidades), por lo que no es posible separar al capital – herramientas – estático - del carácter personal que aporta el trabajo (Actualmente se habla de “Capital Humano”, que posiblemente tenga el objetivo de incluir la importancia del trabajo y carácter personal a los recursos e inversión relevante en la empresa.) y dinamismo hacia el objetivo.
CAPITAL |
TRABAJO ORGANIZADO |
Estático |
Dinámico |
Elemento material |
Carácter personal |
Anteriormente se consideraba que quienes aportaban el capital (capitalista) no realizaban un trabajo. Capital y trabajo considerado como fuerza laboral se mantenían en estratos distintos sin intersección.
El trabajo organizado:Carlos Llano y Marx
Carlos Llano menciona que Marx tenía “cierta razón” al sostener que la organización debía gestarse a partir de los trabajadores.
Aunque parece acordar en la raíz, Llano propone a la organización como el elemento de la empresa que coordina el trabajo armonizando aportando su carácter dinámico. Con ello resuelve la disyunción capital – trabajo.
Contamos entonces con la empresa que es:
“un trabajo organizado que sirve del capitalo inversión para potenciar sus alcances”
(cfr. Llano Cifuentes, Dilemas éticos de la empresa contemporánea, 42.)
El trabajo directivo, operativo y ahorrado (resultado material del trabajo anterior, no sólo capital) concurren de manera armoniosa.
Persona, trabajo y herramientas
La eficiencia en una empresa se encuentra en la acción de las personas que hacen uso correcto de las herramientas (capital).
Carlos Llano lo explica de la siguiente manera:
“Si comparamos esta descripción (o pretensa definición) con la que anteriormente expusimos (conjunto de capital, organización y trabajo), nos percatamos de que se ha esquivado, al menos terminológicamente, una peligrosa versión objetivista de la empresa, para ser sustituida por otra más dinámica y, sobre todo, más cercana a la persona…” (Llano Cifuentes, Dilemas éticos de la empresa contemporánea, 41 y ss)
Es importante profundizar aún más. Si consideramos que empresa es “el trabajo organizado que se sirve del capital o inversión para potenciar sus alcances” se está definiendo en términos de actividades en lugar de definirse en términos de cosas.
Actividad o dinamismo / Cosas (herramientas – capital)
Liderazgo y subsidiaridad
La actividad que realiza la persona
la persona que realiza la actividad.
Aunque parezcan dos frases casi iguales, la sutil diferencia conlleva toda una diferencia.
En la primera, el énfasis está en la ACTIVIDAD. En la segunda, está en la PERSONA. En una empresa es necesario que la actividad se realice con excelencia, calidad, a tiempo etc., no obstante, es más importante que la persona tenga la voluntad de realizar la actividad de la manera que se le solicita, y que cuente con la capacidad de realizarla con las cualidades y características requeridas.
PERSONA que actúa en excelencia con VOLUNTAD y capacidad
Es aquí donde entra el liderazgo y la subsidiaridad. No es posible dirigir o liderar a cosas o elementos cosificados. Las herramientas y los materiales se usan, manipulan y transforman. La tela, piel, hilo, etc., se manipulan utilizando herramientas para transformarlos, por ejemplo, en prendas de vestir.
A las personas se les instruye, guía, dirige e inspira a realizar su trabajo a través del cual se van perfeccionando ya sea de manera individual (trabajador) o en grupo (organizacional, empresarial, en células o áreas de trabajo).
Desarrollo y metas
Los aportan los líderes, además de señalar la meta y el reto a conquistar, también guían y ayudan a convertir el objetivo en una meta lograda.
La subsidiaridad funge un papel principal en la labor del liderazgo que ofrece una ayuda complementaria y temporal a las personas y los equipos para que puedan adquirir las competencias y autonomía en pro de las metas y garantizar así el desarrollo sostenido.
La subsidiariedad entonces no sólo tiene cabida en la empresa, sino que es necesaria para que la empresa SE MUEVA (dinamismo) con guía y capacidad hacia las metas a través del querer (voluntad) de sus empleados.
Te invito a reflexionar sobre cómo llevas a cabo este principio en tu empresa. ¿Tienes la iniciativa de desarrollar a tus empleados y de ayudarlos a crecer?