Severino Boecio fue el último filósofo de la antigüedad y el primero de los medievales. Su vida es un ejemplo de virtud cristiana: fue un cónsul romano comprometido, unesposo fiel, un padre devoto y un creyente que supo vivir la fe en armonía con la razón de la filosofía. El Papa León XIII autorizó su culto como santo en Italia. Lamentablemente no es un cristiano muy conocido fuera del ámbito académico.
Boecio, el venerable filósofo y martir
[fa icon="calendar'] 30/09/19 12:28 / por Gabriel González Nares publicado en Física y metafísica, Felicidad, Inteligencia, Humanismo, Boecio