Réginald Garrigou-Lagrange fue un fraile dominico francés. Cursó estudios en humanidades en La Roche-sur-Yon, Nantes y Tarbes, y después realizó estudios de medicina en Burdeos. La lectura del libro L’Homme de Ernest Hello encarriló a Garrigou-Lagrange a abrazar el estado de vida religiosa, incorporándose a la Orden de los Predicadores, mejor conocida como Dominicos.
La idea de fondo de esta renovación interior de Garrigou-Lagrange fue el descubrimiento de que el catolicismo es la verdad absoluta sobre Dios y su vida interna, y sobre el hombre y su destino sobrenatural. En Amiens, Ambroise Gardeil orientó a Garrigou-Lagrange a la filosofía de Santo Tomás de Aquino. Con miras a perfeccionar su formación intelectual, Garrigou-Lagrange asistió a la Soborna y a la Universidad de Friburgo. En 1905 entró a formar parte del cuerpo docente de Le Saulchoir.