Filosofía

¿Quién fue Garrigou-Lagrange?

[fa icon="calendar"] 14/02/17 8:00 / por Diego Espinoza Bustamante

Quién fue Garrigou Lagrange.jpg

Réginald Garrigou-Lagrange fue un fraile dominico francés. Cursó estudios en humanidades en La Roche-sur-Yon, Nantes y Tarbes, y después realizó estudios de medicina en Burdeos. La lectura del libro L’Homme de Ernest Hello encarriló a Garrigou-Lagrange a abrazar el estado de vida religiosa, incorporándose a la Orden de los Predicadores, mejor conocida como Dominicos.

La idea de fondo de esta renovación interior de Garrigou-Lagrange fue el descubrimiento de que el catolicismo es la verdad absoluta sobre Dios y su vida interna, y sobre el hombre y su destino sobrenatural. En Amiens, Ambroise Gardeil orientó a Garrigou-Lagrange a la filosofía de Santo Tomás de Aquino. Con miras a perfeccionar su formación intelectual, Garrigou-Lagrange asistió a la Soborna y a la Universidad de Friburgo. En 1905 entró a formar parte del cuerpo docente de Le Saulchoir.

En 1909 se abrió en Roma la Universidad Pontificia de Santo Tomás de Aquino, mejor conocida como el Angelicum. Ahí, Garrigou-Lagrange comenzó su labor docente impartiendo la cátedra de teología fundamental, utilizando como método la explicación de su tratado De revelatione (De Rev). Más tarde, obtuvo la cátedra de teología dogmática, al tiempo que daba cursos sobre la Metafísica de Aristóteles. Su actividad académica corría en sintonía con los servicios que prestaba a la Santa Sede en calidad de teólogo y con sus servicios pastorales. Se jubiló en 1960 y murió el 15 de febrero de 1964.

 

Obras y doctrina

La obra de Garrigou-Lagrange abarca los siguientes tópicos: filosofía, teología dogmática, teología espiritual y teología fundamental. Su obra culmen en teología fundamental es De Rev. El leitmotiv de De Rev es situar al lector en la encrucijada de dos mundos, a saber, el mundo de la fe y el mundo de la razón. Ahí, Garrigou-Lagrange expone la credibilidad de los artículos de fe. El De Rev se divide en dos partes: en la primera parte se habla sobre la necesidad y la inteligibilidad de los artículos de fe; mientras que en la segunda se trata sobre el estatuto ontológico de la Revelación.

Inspirado en la Aeterni Patris (1879) de León XIII, Garrigou-Lagrange decidió a temprana edad su itinerario filosófico: combatir el modernismo de Bergson y Édouard Le Roy, apoyándose en epistemologías y ontologías de corte tomista, con ocasión de probar desde la razón natural la existencia de Dios. Su primer escrito es una nota sobre la vía para demostrar la existencia de Dios a través de los grados del ser, mientras que en su segundo escrito critica las filosofías que privilegian el aspecto de la inmanencia para probar que Dios, antes que nada, es pura trascendencia. Estos gustos, en efecto, transmiten un hedor del temperamento metafísico de Garrigou-Lagrange.

En teología dogmática, Garrigou-Lagrange sigue la estructura de la Suma Teológica, apoyándose en las anotaciones del Cardenal Cayetano y de Juan de Santo Tomás; la neo-escolástica y el neotomismo impactaron en su pensamiento. Otro tema cultivado por Garrigou-Lagrange que se traslapa con la filosofía de la religión es la relación entre gracia y predestinación, atacando las tesis inspiradas por Luis de Molina en el siglo XVI.

Con todo, fue en el campo de filosofía espiritual donde Garrigou-Lagrange ha adquirido más renombre y reconocimiento. Sus áreas de especialidad en filosofía espiritual fueron la ascética y la mística, y fundó la revista La vie spirituelle. Compiló sus artículos ahí publicados y sus clases en el libro titulado Perfection chrétienne et contemplation selon S. Thomas d’Aquin et S. Jea de la Croix. Ahí intenta armonizar desde un punto de vista tomista el tema de la gracia con las descripciones psicológicas hechas por San Juan de la Cruz. Igualmente, Garrigou-Lagrange se empeñó en mostrar que el cristiano debía luchar por alcanzar una unidad de vida en el desarrollo cotidiano de sus quehaceres y recordaba que todos los cristianos estaban llamados a alcanzar un estado de perfección. En estos puntos, su gran inspiración fue el teólogo Jesús G. Arintero, con quien había compartido la cátedra de teología fundamental. Su obra culmen de teología espiritual es Las tres edades de la vida interior. La tesis principal de este trabajo es que la vida interior en el mundo terrenal es un adelanto de la vida en el Cielo.

 

carlos llano ebook Valor Central de la persona humana

Topics: Filosofía, Filosofía mexicana, Garrigou Lagrange

Diego Espinoza Bustamante

Escrito por Diego Espinoza Bustamante

Licenciado en filosofía por la Universidad Panamericana. Actualmente trabaja como adjunto de rectoría de la Universidad Panamericana y como Asistente de Investigador adscrito al Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM. Sus intereses filosóficos tienen que ver con metafísica de la mente, metafilosofía, filosofía cristiana y teorías de la verdad. También le interesa la historia de la filosofía medieval, de la filosofía analítica y del pragmatismo americano, así como el cultivo de autores; por ejemplo, Santo Tomás de Aquino, Guillermo de Occam, John Dewey, Ludwig Wittgenstein y W. V. O. Quine.

Nueva llamada a la acción

Suscríbete a las notificaciones de este blog

Lists by Topic

see all

Artículos por tema

ver todos

Artículos Recientes