Existencialismo y vitalismo en Llano 1
Cuando cursaba sus estudios eclesiásticos en el Angelicum de Roma, Llano recibió lecciones del fraile dominico Reginald Garrigou-Lagrange. Marcada por las condenas antimodernistas de Pío X, la filosofía dominante en el Angelicum estaba empapada de neoescolástica, el estudio de manuales y volcada por completo hacia la teología. “Modernismo” es el término que popularizó Pío X en su encíclica Pascendi para referir a una síntesis de todas las herejías sostenidas por algunos autores católicos, quienes abogaban en pro de una teología crítica y de corte liberal. Para contrarrestar el daño doctrinal producido por el modernismo, Pío X juzgó conveniente atrincherar la teología católica en el marco de la escolástica tomista. Bajo la supervisión de Garrigou-Lagrange, Llano se familiarizó con las obras de Juan de Santo Tomás, Tomás Cayetano y Santiago Ramírez. Con todo, fue gracias a su intercambio intelectual con Fernando Inciarte, José Gaos y Adolfo Sánchez Vázquez que Llano pudo templar el escolasticismo en el cual había sido formado inicialmente. En este blog me limitaré a esbozar someramente el impacto intelectual de Gaos sobre el pensamiento filosófico de Llano.