Filosofía

Ética en la universidad: un programa viable parte 1

[fa icon="calendar"] 22/01/18 8:01 / por Carlos Llano Cifuentes

 

Cátedra Carlos Llano UP-IPADE

Esta es la parte 1 de 2 que publicaremos de este mismo apartado.

Bok (presidente de Harvard Univesity 1971-1991) no comparte la creencia de Sócrates según la cual basta conocer el bien para seguirlo; el mero conocimiento no es suficiente: ha de subrayarse el valor de la temprana habituación, el ejemplo positivo y la obediencia o respecto a las normas básicas. El razonamiento moral por sí sólo no basta: ha de desarrollarse el deseo y la voluntad por medio del hábito, del ejemplo y la exhortación. En este sentido, Bok es expresamente aristotélico, pues la sabiduría, en Aristóteles, comporta no sólo la habilidad para pensar correctamente sobre los problemas éticos, sino la voluntad para poner las conclusiones intelectuales en práctica. Partiendo de tales principios, Derek Bok propone un programa de formación ética que incluye seis diversos aspectos.

1.- La introducción de los nuevos estudiantes

La llegada de los alumnos por primera vez a las aulas universitarias, como esponjas deseosas de impregnarse del ambiente de la universidad, es una oportunidad muy propicia para aproximarlos a los valores que la universidad sustenta: desde los discursos inaugurales, hasta los reglamentos, desde los inicios de las clases hasta las indicaciones académicas, etc.

2.- El plan de estudios

Es equivocado pensar en el plan de estudios de las artes liberales proporciona automáticamente una educación moral adecuada: ni el estudio de la literatura, ni el de las ciencias sociales, ni la lectura de los clásicos, ni el conocimiento de la historia proporcionan “una visión normativa suficientemente comprometedora”, de manera que los estudiantes pudieran de tal modo “aprender cómo llevar una vida virtuosa”. Dice irónicamente Bok: “las disciplinas humanísticas están demasiado interesadas en otras cosas”.

Es preciso que existan cursos que “analicen las cuestiones morales en formas más rigurosa, sin creer que todas las opiniones éticas tienen derecho a recibir la misma atención”, empezando por los cursos tradicionales de ética, que “pueden proporcionar los cimientos o bases sólidas para pensar con precisión acerca de cuestiones morales”. Reconoce el actual Presidente de Harvard (Derek Bok) que “ninguna instrucción será suficiente para hacer de un truhán un ser humano virtuoso”; sin embargo, insiste en su convicción de que los cursos de razonamiento moral tendrán en los alumnos efectos benéficos.

Pero, además de estos cursos explícitos sobre ética, Derek Bok anima a los profesores de otras materias a incluir en clase las cuestiones éticas que de forma natural surjan en sus lecciones.

3.- Las reglas de conducta

La institución educativa debe tener “reglas que prohíban mentir, copiar, hacer trampa, robar, usar de la violencia, interferir la libre expresión”, etc. Pero si se desea que estas reglas existan realmente para educar y no sólo para reprimir, los directores de la Universidad deben tener en cuenta condiciones adicionales:

-Las leyes han de comportar una “justificación persuasiva”, expresando las razones en que se apoyan, haciendo ver los principios éticos subyacentes en que se fundamentan, alejándose así de una actitud legalista, formal e inadecuada. Bok advierte con agudeza que la justificación de esas reglas suele limitarse a informar a sus infractores (por ejemplo, en el caso del uso del alcohol o la droga) las consecuencias legales que la infracción conlleva: verbi gratia, la pena de prisión. Estas advertencias son para él, por supuesto, pertinentes pero insuficientes. Sin embargo, él mismo, al ejemplificar a su vez la necesidad de “explicarles (a los estudiantes) por qué existen dichas reglas”, no logra escapar tampoco de esa ética consecuencialista con la que estaba insatisfecho: “señalar, por ejemplo, que casi todos los actos de violencia en una universidad se relacionan con el alcohol y que la bebida alcohólica por parte de los jóvenes produjo un número excesivo de accidentes de tránsito, antes de que Massachusetts promulgara su ley actual”.

- Por otra parte, esta reglamentación debe administrarse con justicia: los directivos no pueden administrarse con justicia: los directivos no pueden pasarla por alto para no tener dificultades ni debe exceptuarse de ella a personas privilegiadas. Derek Bok se refiere de manera expresa a los entrenadores en deporte, quienes, por lo que se ve, en su universidad como en las nuestras, tienen inclinación a eximirse de determinadas disposiciones con el pretexto del triunfo de sus equipos justificando los medios con el fin; y se refiere también a los incidentes vergonzosos, los cuales, en lugar de recibir un correctivo público, se ocultan calladamente.

Este es el primero de dos extractos que publicaremos del e-Book “Ética en la universidad”:

Ebook Ética en la Universidad

Topics: Ética, Universidad, Desarrollo Humano, Persona humana

Carlos Llano Cifuentes

Escrito por Carlos Llano Cifuentes

Carlos Llano Cifuentes, fue un filósofo, profesor y empresario mexicano. Miembro del grupo fundador del Instituto Panamericano de Alta Dirección de Empresa (IPADE) y de la Universidad Panamericana, nació en 1932 en la Ciudad de México. Doctor en Filosofía en la Universidad de Santo Tomás, en Roma, estudió Economía en la Universidad Complutense de Madrid y realizó estudios doctorales de Filosofía en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

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