Filosofía

Aportaciones de Duns Escoto a la Lógica

[fa icon="calendar"] 27/06/17 8:26 / por Diego Espinoza Bustamante

aportacion_duns_escoto.jpgUna tradición medieval inaugurada quizá por Porfirio y seguida muy de cerca hasta por San Alberto Magno sostuvo que la lógica era una scientia sermocinalis, es decir, una ciencia que trata sobre entidades lingüísticas; por ejemplo, Pedro Abelardo alegó que el tópico especial de la lógica era el argumento. 

Esta tradición leía el Órganon de Aristóteles como un curso sistemático de lógica: las Categorías lidiaban con simples expresiones lingüísticas (palabras); el De Interpretatione con proposiciones; los Analíticos Primeros con silogismos; mientras que los Analíticos Posteriores, los Tópicos y las Refutaciones Sofísticas con tipos específicos de silogismos. Uno de los primeros medievales latinos en distanciarse de esa tradición fue Duns Escoto, quien, aproximándose a una tesis que se puede rastrear hasta Avicena, propugnó que el objeto de la lógica eran los conceptos de segundas intenciones, aún cuando se enfocara principalmente en estudiar la naturaleza de la demostración.

Demonstratio

De acuerdo a Duns Escoto, una demostración es un argumento necesario y lógicamente válido, pues tiene una conclusión necesaria derivada de premisas que también son necesarias y evidentes de suyo. Las premisas necesarias y evidentes son aquellas que las tradiciones de ascendencia aristotélica han llamado “primeros principios”. Éstos pueden ser conocidos por la definición de sus términos, pero también a través de la experiencia. Con todo, el proceso cognitivo hacia los primeros principios a través de la experiencia es dependiente de algún principio; por ejemplo, el principio “cualquier cosa que ocurra en muchas instancias por una causa que no es libre es el efecto natural de la causa” nos permite distinguir empíricamente conexiones causales accidentales y necesarias. Para Escoto, así como para Santo Tomás, el género más alto de demostración es aquel que trata sobre las substancias, probando un atributo de ellas que siempre se encuentra en ellas. Siguiendo las pistas legadas por Aristóteles en Analíticos Posteriores Α 13, Escoto distingue dos especies de demostración: demostración propter quid y demostración quia. Dicho prontamente, las demostraciones propter quid son aquellas en las que sus premisas contienen la explicación de un evento necesario, el cual se establece en la conclusión de la demostración. La conclusión de la demostración propter quid, en cambio, aparece como una premisa de la demostración quia. Se podría decir –y tal parece que Escoto así lo sugiere en sus Quaestiones Quodlibetales– que ambas demostraciones funcionan como sus respectivas contrapartes, pues una proposición verdadera necesaria que no es evidente a través de sus términos puede ser demostrada por algo que sea verdadero evidente. La primera clase de proposiciones, dice Escoto, está ligada necesariamente hacia algo verdadero que se comprende por la causa y hacia algo verdadero que se comprende por el efecto.

Contingencia y demostración: posibilidad de la ciencia

Como ya se ha señalado, la demostración expuesta por Duns Escoto está íntimamente relacionada a la necesidad. Sin embargo, tal parece que hay un problema: ¿cómo puede ser posible una demostración en un mundo repleto de contingencia? En efecto: una de las tesis por las que Escoto adquirió renombre fue que si Dios quisiera, podría alterar las leyes de la naturaleza. Esto no es tan problemático como pudiera parecer a simple vista: Escoto cree en la regularidad de las leyes naturales, aún cuando ellas sean contingentes si se ven desde la óptica de la voluntad de Dios, así como también cree que una demostración exitosa nos da scientia de un hecho natural a través de su causa natural. Por ejemplo: en Ord. I, d. 3, p. 1, q. 4, Escoto señala que “una causa accidental está ordenada a producir el opuesto de su efecto accidental, o a no producirlo; por tanto, nada es una causa accidental de un efecto que la primera produce usualmente, y así, si ésta no es libre, entonces será una causa natural. Ahora, este efecto ocurre desde una causa así la mayoría de las veces, y esto es adquirido por experiencia; dado que encontramos en una instancia una naturaleza así con un accidente así, y en otra instancia la naturaleza con otro accidente, y se encuentra que cualquiera que sea la diversidad de esos accidentes, un efecto así se seguirá siempre de esa naturaleza. Por tanto, no es a través de un accidente de tal naturaleza, sino que un accidente así se sigue de la naturaleza en sí misma”.

Aportaciones de Duns Escoto a la Lógica véase: A. Vos (2006: 154-5, 343-5) y J. L. Longeway (2007: 90-1, 143, 147).

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Diego Espinoza Bustamante

Escrito por Diego Espinoza Bustamante

Licenciado en filosofía por la Universidad Panamericana. Actualmente trabaja como adjunto de rectoría de la Universidad Panamericana y como Asistente de Investigador adscrito al Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM. Sus intereses filosóficos tienen que ver con metafísica de la mente, metafilosofía, filosofía cristiana y teorías de la verdad. También le interesa la historia de la filosofía medieval, de la filosofía analítica y del pragmatismo americano, así como el cultivo de autores; por ejemplo, Santo Tomás de Aquino, Guillermo de Occam, John Dewey, Ludwig Wittgenstein y W. V. O. Quine.

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