Filosofía

¿Cómo conservar la calma ante la adversidad? Parte 1.

[fa icon="calendar"] 20/06/17 6:00 / por Gabriel González Nares

conservar_calma_boecio1.jpgBoecio: un modelo antiguo para los emprendedores de hoy

Muchas de las mejores obras del pensamiento humano fueron configuradas en situaciones adversas: los argumentos de Sócrates por la inmortalidad del alma en la cárcel ateniense, la esperanza de la existencia de Viktor Frankl en Auschwitz, los poemas simbólicos de los poetas malditos en las estrecheces económicas, y muchas más. Extrañamente parece que la dificultad es un terreno fértil para la creación, y también para la paciencia del virtuoso.

Aportaciones de Boecio

¿Qué mueve al hombre a ser paciente y esperanzado aún en los tiempos más difíciles? Esta es una cuestión que ha maravillado a los estudiosos desde la Antigüedad. De entre uno de ellos sobresale el noble y filósofo romano Severino Boecio por su capacidad de expresar paz, paciencia y razón a la mitad de la prisión, en un tiempo de incertidumbre cultural y política. Boecio (475-524/525) fue uno de los hombres más sabios de su tiempo. Noble, estudioso, músico, pero también esposo, padre de familia y político, llegó a ocupar los más altos puestos administrativos. Sin embargo, por causas políticas fue encarcelado. Fue a la mitad de su prisión que escribió uno de las obras más bellas y reconfortantes que puedan leerse, amén de ser un pilar de la cultura occidental. Este libro, La consolación de la filosofía, ofrece una ruta de pensamiento para encontrar la paz, la verdad y el bien incluso en la peor de las situaciones.

Filosofía para emprendedores

De modo que: ¿qué tiene que enseñar a los emprendedores de hoy un filósofo encarcelado que vivió en un periodo tan lejano y oscuro como la Antigüedad tardía? Mucho, porque un filósofo es un profesional en la ordenación de las ideas. Fue esto, entre otras cosas, lo que permitió a Boecio encontrar la paz en medio del cautiverio. Veamos en tres puntos o pasos muy concretos lo que podemos aprender de un maestro de la Antigüedad para que nuestras vidas, prácticas sin dejar de ser contemplativas, tengan mucho fruto de paciencia, formación y serenidad.

Analizar la situación, buscar las causas de los problemas

Solo, en una celda oscura está Boecio lamentándose de lo que ha perdido: la fama, la familia, los amigos, la libertad. Trata de distraerse haciendo música o recordando los viejos cantares de su juventud. Pero es en vano. Ninguna de estas artes es eficaz para traerle algo de calma. Sólo la filosofía, quien se le aparece bajo el aspecto de una mujer elegante, tiene la capacidad de calmarlo. A golpe de pregunta y respuesta surge el diálogo, y con él la claridad.La filosofía se presenta a Boecio como una manera de jerarquizar el pensamiento. Sin la razón se divaga, y de ello hay dos posibilidades: o perdemos el tiempo, o llegamos al desorden de nuestros pensamientos. Esta última es la opción más peligrosa, pues tanto el pánico como la parálisis son consecuencia del desorden de las ideas. ¿Qué hacer, entonces, para evitar las vías del desperdicio o del pánico paralizante? Primero, ordenar nuestros pensamientos. Esto significa jerarquizar la información que obtenemos de la realidad, filtrar los datos por sus orígenes y usarlos como más convenga, de modo que seamos nosotros quienes dominemos a la información, y no al revés.

La importancia de saber pedir ayuda

Pierde su tranquilidad el que no es capaz de analizar la situación en la que está, pues si su razón se nubla no puede encontrar soluciones a los problemas. Por otra parte, es importante ordenar los bienes de los que disponemos. Es decir, dar a cada cosa el lugar que le corresponde según el valor que tiene. De tal modo, quien conoce la causa de su sufrimiento tiene más posibilidad de manejarlo, ya sea atacando la causa, si está en sus manos, o sabiendo que no conviene sufrir porque no está en sus manos el remedio. Podrá pedir ayuda o consejo a otros.

 

Ve la parte 2 aquí: Cómo conservar la calma ante la adversidad parte 2

Ebook valor central de la persona Cátedra Carlos Llano

Gabriel González Nares

Escrito por Gabriel González Nares

Gabriel González Nares es maestro en Filosofía Antigua por la Universidad Panamericana, México y licenciado en Filosofía por la misma universidad. Ha sido profesor de filosofía en el Colegio Montreal y en el departamento de Humanidades de la Universidad Panamericana, donde, en la actualidad, es profesor investigador de tiempo completo en la escuela de pedagogía. Ha asistido a congresos sobre filosofía medieval en Santiago de Chile, Nueva York, París y Atenas. Se interesa por la filosofía de la educación, la metafísica y la Dialéctica medieval, especialmente en la transición de la Antigüedad tardía a la Alta edad media latina. Es miembro de la Asociación filosófica de México y columnista en la Cátedra UP-IPADE Carlos Llano.

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