Filosofía

Santo Tomás y Aristóteles

[fa icon="calendar"] 6/12/17 5:00 / por Diego Espinoza Bustamante

aristoteles_tomas_aquino.jpgLa relación de Santo Tomás con Aristóteles es la de un teólogo con una fuente de doctrinas y tesis filosóficas, cuyo fin principal era sintetizarlas en la revelación cristiana.1 

El valor para la teología que Tomás vislumbró en Aristóteles lo llevó a la composición de exposiciones y sentencias con respecto a trabajos de Aristóteles. Quizá, la mejor manera de trazar las similitudes de pensamiento entre Santo Tomás y Aristóteles sea a través de un vistazo a las exposiciones y comentarios hechos por Tomás al corpus aristotelicum.

Santo Tomás compuso exposiciones sobre los Analíticos Posteriores y el De Interpretatione de Aristóteles. En las exposiciones, Santo Tomás procede a través de explicaciones, concentrándose en las palabras del término que se está examinando. Como sea, solamente la exposición de los Analíticos Posteriores fue completada. En cambio, Santo Tomás comentó la Ética Nicomáquea, el De Anima, la Física y la Metafísica de Aristóteles. En los comentarios, Santo Tomás presentaba, a manera de resumen, lo que él entendía como las doctrinas de Aristóteles. Si bien es cierto que Santo Tomás comenzó otros seis comentarios sobre las obras de Aristóteles, solamente terminó con dos, a saber, su comentario al Memoria et reminiscentia y al De sensu et sensibili, mientras que sus comentarios a la Política, De Caelo, Meteorológicos y a la Generación y Corrupción, quedaron inconclusos.

Santo Tomás no sabía griego, pero leyó una gran variedad de traducciones de Aristóteles al latín. Mientras algunas de estas traducciones eran hechas directamente del griego, otras estaban mediadas por el árabe. En efecto: desde el siglo VI después de Cristo, las obras de Aristóteles que se conocían en el mundo cristiano latino eran las Categorías y el De Interpretatione, traducidas al latín por Boecio. Fue a la mitad del siglo XII que las obras restantes de Aristóteles terminaron por aparecer en el mundo latino, pero a veces traducidas parcialmente. En el tiempo en vida de Santo Tomás, con todo, existía la disputa sobre cuáles eran verdaderamente obras de Aristóteles y cuáles otras eran espurias.

Aun cuando los latinos no tenían bien trazadas las líneas de relación e influencia entre Platón y Aristóteles, las cuales mediaban por el neoplatonismo, Santo Tomás logró un dominio de las obras de Aristóteles que comentó y expuso. En esta entrada al blog, me concentraré en hacer algunos señalamientos a los comentarios al De Anima, la Nicomáquea y la Metafísica, hechos por Santo Tomás.

 

El comentario al De Anima

Alrededor del año de 1268, Santo Tomás compuso su primer comentario. Este fue su comentario al De Anima (Sentecia Libri ‘De Anima’). La filosofía que Santo Tomás cree encontrar en el De Anima es la siguiente: Aristóteles entiende el alma como la forma substancial o la primera causa formal intrínseca que explica la vida, el movimiento y las actividades típicas del viviente. El alma es definida como “la primera actualidad de un cuerpo natural organizado que tiene vida en potencia.” En el caso del ser humano, el alma racional es la forma substancial, cuya unión con el cuerpo resulta en la producción de los poderes vegetativos y sensitivos del ser humano. Mientras que las facultades sensitiva y vegetativa se ejercen mediante órganos corporales, la capacidad intelectual o racional es intrínsecamente separada de algún órgano y, por ende, puede subsistir al margen del cuerpo.

 

Comentario a la Ética Nicomáquea

Santo Tomás compuso su comentario a la Ética Nicomáquea de Aristóteles y la segunda parte de la Suma Teología alrededor de los años 1271 y 1272. Ambos tratados versan sobre moral. En el comentario a la Nicomáquea, Santo Tomás expone que el fin último del ser humano según Aristóteles es la felicidad. Santo Tomás entiende la felicidad como una actividad placentera, llevada a buen puerto gracias a la perfección del intelecto dentro de una sociedad gobernada por leyes justas. Esta actividad placentera debe ser lo suficientemente completa para satisfacer el apetito natural del ser humano para ser feliz.

 

Comentario a la Metafísica

En su comentario a la Metafísica de Aristóteles, Santo Tomás expone su propia doctrina del ser como el principio intrínseco que unido a la esencia constituyen a un ser real. Es en este comentario donde Santo Tomás introduce algunas adiciones a la teoría del ser de Aristóteles; por ejemplo, que solamente a través del principio del ser, el alma humana puede existir como causa formal de un ser humano individual.

1 Este trabajo está fuertemente en deuda con Doig (2012: 33-44).

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Diego Espinoza Bustamante

Escrito por Diego Espinoza Bustamante

Licenciado en filosofía por la Universidad Panamericana. Actualmente trabaja como adjunto de rectoría de la Universidad Panamericana y como Asistente de Investigador adscrito al Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM. Sus intereses filosóficos tienen que ver con metafísica de la mente, metafilosofía, filosofía cristiana y teorías de la verdad. También le interesa la historia de la filosofía medieval, de la filosofía analítica y del pragmatismo americano, así como el cultivo de autores; por ejemplo, Santo Tomás de Aquino, Guillermo de Occam, John Dewey, Ludwig Wittgenstein y W. V. O. Quine.

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